EN SEMÁFORO ROJO, LA DELINCUENCIA TIENE SEMÁFORO VERDE
Héctor De Mauleón
*Durante el segundo semestre de 2020, con negocios y centros
comerciales cerrados, los despojos arreciaron
Ciudad de México 21 de enero de 2021. Ayer, a plena
luz del día y en pleno Centro Histórico de la ciudad de México, un
centenar de miembros de la Unión Tepito sitió la plaza comercial ubicada
en los números 51 y 53 de la calle de Argentina. Iban con la intención de
apoderarse del inmueble.
Minutos antes habían llegado funcionarios del gobierno
capitalino a “hacer una verificación”, según denunciaron los comerciantes.
Los integrantes del grupo criminal, cuyo bastión se
encuentra en la calle de Colombia, llegaron de la mano de los funcionarios de
la ciudad y ordenaron a los locatarios que se salieran, “o los vamos a sacar a
chingadazos”. La plaza consta de 311 locales.
Los comerciantes que se encontraban en el sitio se
atrincheraron. “Estamos encerrados en la plaza y nos mandaron un chingo de
gente: están allá afuera esperándonos”, comunicaron en un mensaje de voz.
Comenzaron a llegar solicitudes de auxilio a la policía, así
como a la Secretaría de Gobierno. La movilización policiaca y la aparición del
secretario Suárez del Real desalentó a los invasores.
Según comerciantes consultados por el columnista, la
dirección de reordenamiento de programas delegacionales les había permitido
abrir a cambio de una cuota. Unos 120 locales estaban abiertos cuando sobrevino
el intento del despojo.
La noche anterior acababa de ocurrir algo semejante en Plaza
Meave, sobre el Eje Central. Se dio el aviso de que un grupo de aproximadamente
30 personas dotadas de marros y barretas intentaban abrir las cortinas de la
plaza comercial, aprovechando que se hallaba desierta. La llegada de patrullas
de la SSC culminó con una persecución por las calles aledañas.
En años recientes, más de una decena de líderes de
comerciantes han sido asesinados en el centro. Óscar Liebre, Raymundo Pérez,
Armando Becerril, Miguel Ángel Lemus, Miguel Ángel Galán, Jaime Vázquez…
Hace días se dio a conocer un reporte de inteligencia de la
SSC que contenía las direcciones de una veintena de predios que habían sido
despojados por la Unión y ya se hallaban en venta o renta. El precio de uno de
los inmuebles era de 32 millones de pesos; de otro, 13.5 millones.
En los primeros seis meses de la administración de Claudia
Sheinbaum se abrieron 311 carpetas relacionadas con este delito. Vecinos y
comerciantes denunciaron que todo se había disparado debido a la infiltración
del crimen organizado durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera.
Sheinbaum respondió que tenía ya un grupo de inteligencia
trabajando en eso.
A lo largo de 2019 los despojos siguieron en el centro y las
colonias Guerrero, Morelos, Santa María la Ribera, Roma, Condesa, San Rafael y
Portales.
En la Cuauhtémoc hay reportes de cinco predios ubicados en
la calle de Sol, de los que la Unión Tepito se apoderó con violencia. Ha
sucedido lo mismo en inmuebles de Manuel Doblado, Pedro Moreno, Eje Lázaro
Cárdenas, Carmen, Lerdo, Chile, Peña y Peña y Costa Rica.
En esta última calle los criminales llegaron de plano por
tres vecindades —mayo de 2019— y con la misma amenaza a los vecinos. En
Carmen 59, los miembros de la Unión colocaron cortinas de hierro para que ni
comerciantes ni habitantes pudieran entrar. “Nos amenazaron de muerte, que nos
van a meter balazos si no nos vamos… aseguran que este predio es de la U”.
En mayo del año pasado, hombres armados llegaron a una
vecindad de Peña y Peña y les dieron dos horas a los habitantes para que se
salieran. Llegó la policía, vieron gente sacando sus pertenencias, pero según
un reporte de prensa los patrulleros dijeron que no podían intervenir porque no
era seguro.
Durante el segundo semestre de 2020, con negocios y centros
comerciales cerrados, los despojos arreciaron. Al regresar del confinamiento,
muchos descubrieron que sus negocios “ya los tenían otras gentes”.
Ni siquiera en Cuba 86, donde dos niños mazahuas fueron
descuartizados, las autoridades han logrado hacer algo: el predio sigue tomado
y, de acuerdo con los vecinos, los involucrados en el descuartizamiento “ya
están de regreso”.
Muchas cosas paraliza el semáforo rojo. Pero solo entre los
ciudadanos. En semáforo rojo, la delincuencia tiene semáforo verde.