EL ORO, ENTRE LA BASURA Y EL DESGOBIERNO: CUANDO EL
PUEBLO SE CANSA DE LA SIMULACIÓN
Por: EXPEDIENTE SECRETO
EL ORO, Estado de México, 7 de noviembre de 2025.— Lo que
comenzó como una protesta por la falta de recolección de basura terminó
convirtiéndose en una escena de hartazgo social: vecinos enfurecidos amarraron
al director de Servicios Públicos y a un funcionario estatal, cansados del
colapso que asfixia al municipio desde hace semanas. Entre montones de
desechos, olores insoportables y riesgo sanitario, los habitantes decidieron
hacer lo que el gobierno no ha querido: exigir respuestas.
Las calles del Pueblo Mágico se transformaron en un vertedero,
mientras la presidenta municipal, Juana Elizabeth Díaz Peñaloza, brilla por su
ausencia. Los manifestantes llevaron bolsas de basura al Palacio Municipal,
símbolo de una autoridad que dejó de escuchar y de atender, y que parece más
preocupada por mantener privilegios que por servir al pueblo que la eligió.
La molestia ciudadana no es nueva. Díaz Peñaloza acumula
críticas por su inexperiencia, prepotencia y falta de sensibilidad social. A la
edil le han llovido señalamientos: desde el retraso en el pago de nómina a
empleados municipales, hasta el uso de personal de seguridad pública como
escoltas personales para ella, su familia y su círculo cercano. Mientras tanto,
los vecinos viven entre la inseguridad, la falta de servicios básicos y el
abandono de las 52 comunidades que integran el municipio.
El gobierno local ha hecho de la improvisación su bandera. No
hay obras, no hay resultados, no hay rumbo. Lo que sí hay es un creciente
repudio colectivo, incluso entre quienes alguna vez creyeron en su discurso de
“transformación”. Porque en El Oro, la 4T se convirtió en un símbolo de
corrupción chiquita y poder mal ejercido, donde los funcionarios se sirven del
cargo mientras los ciudadanos padecen el deterioro de su entorno.
La protesta de este viernes no es un hecho aislado, sino el
grito desesperado de una comunidad que ya no tolera la simulación. En cada
bolsa de basura arrojada frente al Palacio Municipal se deposita una verdad
incómoda: la Cuarta Transformación también apesta cuando se ejerce con soberbia
y sin capacidad.
Y si algo debería quedar claro rumbo al 2027, es que elegir
con fe ciega tiene consecuencias, sobre todo cuando los que prometen limpiar la
corrupción terminan hundidos en su propio lodazal.
¿Gobernar con el pueblo? En El Oro, ni la presidenta ni su
discurso aparecen. Solo la basura… y el enojo de una ciudadanía que ya no traga
mentiras.

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