EL “TARIFAZO” SIN RUMBO: CORRUPCIÓN Y SIMULACIÓN
EN LA SECRETARÍA DE MOVILIDAD
* Promesas rotas, cobros excesivos y una red de corrupción que
sigue intocable en el transporte del Estado de México
Por: EXPEDIENTE SECRETO
Toluca, Estado de México, 11 de noviembre de 2025.– A un mes
de haberse implementado el aumento al transporte público en el Estado de
México, las promesas de mejora se quedaron en el aire. Ni hay unidades nuevas,
ni choferes certificados, ni un sistema más seguro o eficiente. Lo único que sí
ha cambiado es el precio, y con él, la paciencia de los usuarios que ahora
pagan más por el mismo servicio deficiente.
El secretario de Movilidad, Daniel Sibaja González, reconoció
lo evidente: “falta mucho por hacer”, dijo en entrevista con AD Noticias,
intentando justificar un “proyecto integral” que, en los hechos, no pasa de ser
una colección de discursos huecos y promesas recicladas.
Sibaja asegura que el gobierno de Delfina Gómez Álvarez
pretende “solucionar de fondo el tema del transporte público”. Sin embargo, lo
único que se ha visto son los mismos vicios de siempre: rutas irregulares,
choferes sin control, unidades chatarra, extorsiones y corrupción en cada
esquina del sistema.
El funcionario presume tres supuestas medidas estrella, certificación,
cromática e inspección técnica, pero la realidad en las calles lo desmiente. No
hay transparencia en los procesos, no hay mecanismos efectivos de control y,
mucho menos, resultados palpables.
Mientras Sibaja habla de “cambios históricos” y de un
fideicomiso con más de mil millones de pesos, los usuarios siguen atrapados en
un transporte que apesta a impunidad. El “fideicomiso” suena más a caja chica
que a una verdadera política pública: dinero que entra, pero cuyos beneficios
nunca se ven en las calles.
El secretario insiste en que “no habrá corrupción” en las
inspecciones mecánicas, pero lo dice el mismo funcionario que ha sido señalado por
transportistas, usuarios y trabajadores del sector, que lo acusan de solapar
los corralones que saquean impunemente a miles de ciudadanos. Si realmente
quisiera limpiar la Secretaría de Movilidad, empezaría por clausurar esos nidos
de robo disfrazados de depósitos oficiales, donde recuperar un vehículo puede
costar más que comprar uno nuevo.
A pesar de las quejas, más de tres mil en apenas un mes, según
la propia dependencia, la autoridad mantiene su discurso triunfalista. Pero el
Edomex vive otra cosa: un transporte caro, peligroso y plagado de corrupción.
Los usuarios, una vez más, son los que pagan el precio del
desorden institucional. Pagan más por moverse, más por caer en manos de
policías corruptos, más por los abusos en los ministerios públicos, y más por
los “servicios” de corralones que funcionan con total complicidad de las
autoridades.
El aumento en la tarifa fue vendido como el inicio de una
transformación, pero terminó siendo lo de siempre: una nueva forma de exprimir
al ciudadano.
El discurso de Daniel Sibaja pretende vender humo envuelto en
buenas intenciones. Pero los mexiquenses no viven de discursos, sino de
realidades. Y la realidad es que el transporte público en el Estado de México
sigue siendo un infierno rodante, donde la corrupción tiene placas oficiales y
los abusos circulan sin freno.
El gobierno de Delfina Gómez puede hablar de “cambios de
fondo”, pero mientras los bolsillos de los ciudadanos sigan vaciándose para
llenar los de unos cuantos, no hay transformación: hay saqueo.
Porque el verdadero motor del transporte mexiquense no es el
combustible, es la corrupción institucionalizada que Sibaja y compañía se
niegan a frenar.

No hay comentarios:
Publicar un comentario