Comunicadores en Pie de Lucha

 DIPUTADA DE MORENA REVIENTA A SU PROPIO PARTIDO Y EXHIBE LA TRAICIÓN A LA ESPERANZA EN VALLE DE CHALCO

* Ante líderes señalados por vínculos criminales y cacicazgos, Yesica Rojas denuncia abandono, calles destruidas y frustración social, mientras Morena se divide y el pueblo paga las consecuencias.

 

Por: EXPEDIENTE SECRETO

 

VALLE DE CHALCO, Estado de México, 24 de noviembre de 2025.- El primer informe legislativo de la diputada local Yesica Rojas Hernández, lejos de presentarse como un ejercicio de rendición de cuentas, se convirtió en una radiografía de fracturas, intereses mezquinos y traiciones internas dentro de Morena. Un evento que, más que celebrar avances, exhibió el naufragio político de un partido que llegó prometiendo esperanza y hoy se hunde entre disputas de poder, simulación y silencio cómplice ante el abandono que padecen millones de mexiquenses.

 

El espectáculo tuvo lugar en el deportivo Luis Donaldo Colosio, donde la legisladora —en teoría representante del partido gobernante— habló como si fuera oposición. Señaló directamente que el pueblo de Valle de Chalco se encuentra frustrado porque la supuesta esperanza que Morena vendió terminó siendo un espejismo. Reconoció que les arrebataron la ilusión de tener “un gobierno del pueblo y para el pueblo”, aceptando abiertamente que el sueño quedó tan lejos que hoy solo queda resignación y lucha. Difícil creer que semejante crítica venga desde dentro.

 

Pero lo más grave no fue el discurso, sino los acompañantes: la avanzada de la ruptura de Morena en el Estado de México, encabezada por el senador Higinio Martínez Miranda, quien se atribuye ser el arquitecto de la división interna; seguido por alcaldes como Felipe Arvizu (Ixtapaluca), Martha Guerrero (La Paz), Azucena Cisneros (Ecatepec), Xóchitl Flores (Chimalhuacán) y Nazario Gutiérrez (Texcoco), además del diputado federal Alfonso Ramírez Cuéllar, cercano a Claudia Sheinbaum. Todos ellos, convertidos en facción rebelde, posicionándose desde ya para su próximo reparto de poder.

 

Ahí también estaba Juan Hugo de la Rosa, viejo cacique de Nezahualcóyotl, quien mantiene una guerra abierta con el alcalde Adolfo Cerqueda por no haber logrado imponer a su hija, Carmen de la Rosa, como candidata. Una diputada con fama de inexperta, pero beneficiada —según acusaciones públicas— por el dedazo de su padre. La política reciclada en su forma más vulgar: hereditaria, inepta y oportunista.

 

Durante su intervención, Higinio Martínez intentó convertir el evento en un acto de solidaridad, pero terminó cometiendo una de las comparaciones más grotescas que se recuerden: equiparó el asesinato del esposo de la diputada, Francisco Tenorio (2019), con el reciente asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo. Lo hizo buscando elevar la figura de Rojas, pero terminó degradándola. Tenorio era un político servil al régimen; Manzo era un crítico incómodo, víctima —según líneas de investigación— de su oposición al poder oscuro de Morena y sus presuntas vinculaciones con el crimen organizado. La comparación, por donde se mire, fue una ocurrencia torpe y profundamente irrespetuosa.

 

Otro de los oradores fue Alfonso Ramírez Cuéllar, quien presumió que Morena acabará con la extorsión y pacificará el país. La frase cayó como un balde de agua helada: entre los asistentes había alcaldes vinculados —de acuerdo con investigaciones— a grupos criminales. El caso más bochornoso es el de Azucena Cisneros, señalada por su cercanía con “El Choko”, líder de “La Chokiza”, acusado de delitos como extorsión, tráfico de drogas, secuestro y homicidio. La misma alcaldesa que lo calificó como “un gran ser humano”.

 

Mientras Morena se despedaza formando tribus, igual que en sus tiempos en el PRD, los discursos hablan de amor, voluntad y esperanza. Palabras vacías frente a calles destruidas, colonias hundidas en la inseguridad y servicios básicos convertidos en privilegios.

 

Porque mientras ellos se disputan candidaturas, recursos y espacios de poder, el pueblo pobre sigue cargando con el costo de una transformación que nunca llegó. La ruptura al interior de Morena es evidente, pues la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, no envió a ningún representante de su gobierno para que estuviera presente en el informe de las actividades legislativas de Yesica Rojas.

 

Y si esto fue un “informe de actividades”, entonces quedó claro que lo único que se está informando es que Morena ya no gobierna desde la esperanza… sino desde la fractura, la simulación y el abandono.

 

Mientras ellos pelean por el poder, que el pueblo bueno y sabio se joda.