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domingo, 16 de noviembre de 2025

EXPLOTA RED CRIMINAL EN ECATEPEC: VÍNCULOS, IMPUNIDAD Y SILENCIOS QUE ALCANZAN A LA ALCALDESA ZUCENA CISNEROS

 

* Red de montachoques, secuestros y corrupción exhibe el desmoronamiento institucional en Ecatepec

 

Por: EXPEDIENTE SECRETO

 



ECATEPEC, Estado de México, 16 de noviembre de 2025.- La cloaca criminal que durante años operó bajo las órdenes de Alejandro Gilmare Mendoza, alias “El Choko”, no solo confirma el poder de un delincuente capaz de tejer complicidades en tres niveles de gobierno, sino la descomposición institucional que permitió que una estructura violenta, extorsiva y sanguinaria floreciera sin freno en los municipios más poblados del Estado de México.

 

De acuerdo al medio de comunicación. Latinus. La investigación de la Fiscalía General de la República revela que las actividades de “El Choko”, detenido el pasado 10 de septiembre, iban mucho más allá del despojo de viviendas, venta de drogas y cobro de derecho de piso. Su imperio criminal incluía una red de montachoques y otra de secuestradores que operaban en Ecatepec, Nezahualcóyotl y otras zonas del Edomex y la capital del país. Nada movían sin cálculo, sin territorio y, sobre todo, sin protección.

 

De acuerdo con la carpeta de investigación, “El Choko” coordinaba fraudes y extorsiones en complicidad con ajustadores de aseguradoras y policías municipales. Los datos revelan que personal de Quálitas y AXA participaba en el montaje de accidentes ficticios: existían intervenciones telefónicas donde se ordenaba cobrar 18 mil pesos por el “percance” y 14 mil por el supuesto deducible. La ganancia se repartía entre criminales y ajustadores.

 

En el centro de la operación estaban sus socios montachoques: David Cadena Roque, alias “El Negro Billetes” o “El Ministerial”, y su hermano Alberto Cadena Roque, miembros de la banda de “Los Negros”, ambos con antecedentes por robo y portación de armas. Nada que no se supiera, pero todo lo que las autoridades dejaron avanzar.

 

Para garantizar su operación, “El Choko” pagaba semanalmente a mandos policiales, a cambio de horarios y zonas “liberadas” en la CDMX y el Edomex. Entre ellos un subdirector de la policía en Churubusco y otro en Lindavista, además de elementos municipales de Ecatepec y Nezahualcóyotl. La corrupción no era una sospecha: era parte de la nómina.

 

Mientras tanto, un segundo grupo delictivo, dedicado al secuestro, era encabezado por el ex regidor de Ecatepec Guillermo Fragoso Báez, dirigente nacional del brazo criminal disfrazado de Sindicato 25 de Marzo, señalado por secuestros y supuestos vínculos con La Familia Michoacana. Sí, un ex funcionario municipal operando un aparato de terror.

 

Testimonios vecinales relatan que “La Chokiza” actuaba con amenazas, armas y amedrentamiento. Incluso la pareja sentimental de “El Choko”, Juana Ivette Ledesma, ministerio público en Tultitlán, está acusada de filtrar información sobre los procesos legales en su contra. La justicia, literalmente, durmiendo en la misma cama que el crimen.

 

Pero la indignación escaló cuando se revelaron las conexiones políticas. Ante la difusión pública de estos datos, el área de comunicación social de la alcaldesa de Ecatepec, la morenista Azucena Cisneros Coss, emitió un comunicado deslindándose de toda relación con “El Choko” y con “El Jefe”. Sin embargo, las redes estallaron: cientos de usuarios le exigieron dejar de negar lo evidente. Existen videos, fotografías y declaraciones públicas donde la propia alcaldesa se refiere a ellos como “grandes seres humanos”.

 

La pregunta es incómoda, pero inevitable:
¿Cuánto dinero procedente de estas redes criminales terminó financiando las campañas de la alcaldesa Azucena Cisneros Coss?

Con el informe de gobierno de Cisneros Coss a la vuelta de la esquina, la presidenta municipal no solo enfrenta un escrutinio social profundo, sino una exigencia contundente: explicar su relación con dos criminales que bañaron de miedo, extorsión y sangre a múltiples municipios del Estado de México.

 

El silencio ya no es una opción. El tiempo de esconder la suciedad debajo de la alfombra terminó.

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