EL PRECIO DEL “BAÑO DE PUEBLO”: SHEINBAUM ACOSADA
Y SU SEGURIDAD EN EVIDENCIA
* El incidente frente a Palacio Nacional no sólo evidenció una
falla grave en los protocolos de protección presidencial, sino también los
riesgos del populismo de contacto directo
Por: EXPEDIENTE SECRETO
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de noviembre de 2025.— Lo que el equipo de
comunicación presidencial intentó mostrar como una escena de cercanía y calidez
popular, terminó convertido en un episodio bochornoso y revelador: la
presidenta Claudia Sheinbaum fue víctima de acoso en plena vía pública,
mientras su equipo de seguridad reaccionaba con una lentitud que raya en la
negligencia.
El incidente, ocurrido frente a Palacio Nacional tras la
Reunión Nacional de Universidades e Instituciones Públicas de Educación
Superior, dejó al descubierto las contradicciones de una presidencia que
insiste en el contacto directo con la gente, aun a costa de su propia
seguridad. Un hombre en aparente estado de intoxicación logró acercarse a
Sheinbaum, abrazarla por detrás e incluso intentar besarla, antes de que un
colaborador interviniera tardíamente.
La mandataria, visiblemente incómoda, trató de mantener la
compostura con un diplomático “Ahorita nos tomamos la foto”, pero la escena registrada
en video y difundida en redes, habla por sí sola: un espacio personal invadido,
una mujer acosada y un aparato de seguridad que falló en su deber más
elemental.
Paradójicamente, la presidenta que ha hecho bandera de la
lucha por los derechos de las mujeres fue víctima del mismo tipo de violencia
que ella misma ha condenado. Hasta ahora, la Secretaría de Gobernación no ha
informado si habrá una denuncia formal contra el agresor, ni si se revisarán
los protocolos de la llamada ayudantía presidencial, ese cuerpo improvisado de
seguridad civil que sustituyó al desaparecido Estado Mayor.
Las redes sociales estallaron en críticas. No sólo hacia el hombre
que cometió el acoso, sino hacia la estrategia presidencial de “baños de
pueblo”, cada vez más riesgosos y forzados. “No es posible que la presidenta
esté tan expuesta”, señalaron usuarios, mientras otros exigieron una respuesta
firme: “Que Sheinbaum dé el ejemplo y denuncie. No basta con sonreír ante el
abuso”.
El episodio deja una pregunta incómoda: ¿vale la pena
sacrificar la investidura y la seguridad por una fotografía? La escena frente a
Palacio Nacional fue una lección amarga: el populismo del contacto puede ser
una trampa, y cuando el afán por mostrarse accesible supera al criterio, ni la
investidura presidencial queda a salvo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario