MARTHA GUERRERO: LA ALCALDESA INDOLENTE QUE CONVIRTIÓ A
LA PAZ EN UN PANTANO DE MISERIA
Por: EXPEDIENTE SECRETO
Los Reyes La Paz, Estado de México. 30 de septiembre de 2025.–
En La Paz la gente se ahoga, pero a la alcaldesa morenista Martha Guerrero
Sánchez le vale. Su gobierno ha dejado en claro que la tragedia de los más
pobres no le quita el sueño, que las promesas de campaña fueron puro cuento y
que el municipio se hunde bajo aguas negras mientras ella y su esposo,
Tranquilino Lagos Buenabad, viven como virreyes en una zona exclusiva de la
Ciudad de México, pero aparentan vivir en La Paz.
Las imágenes de niños, mujeres y ancianos durmiendo entre
charcos y lodo, sin comida caliente ni un techo seco, exhiben la miseria a la
que Guerrero ha condenado a su pueblo. No improvisó albergues, no instaló
comedores, no movió un dedo. La alcaldesa se comporta como si gobernara un
terreno baldío, no un municipio con miles de familias desesperadas.
El colmo llegó con el Hospital General de Zona No. 53 del
IMSS: otra vez, a tan solo doce días de la inundación anterior, el agua entró a
Urgencias, a la Sala de Espera y a áreas críticas del hospital. Martha Guerrero
había jurado que “jamás volvería a pasar”. Hoy, su mentira quedó desbordada por
la realidad. El IMSS mintió también, maquillando con un comunicado que los
pacientes fueron reubicados “en zonas seguras”. La verdad es que fue imposible
moverlos: la tormenta colapsó la movilidad, el Metro suspendió servicio y la
población quedó atrapada en un caos digno de un Estado fallido.
Los vecinos de Tepozanes, Floresta, Valle de los Pinos y Valle
de los Reyes no soportan más. La barda perimetral derrumbada en Tepozanes desde
el 14 de septiembre sigue tirada, y por ahí vuelven a entrar los escurrimientos
de Iztapalapa. Las casas se llenan de aguas negras y el fraccionamiento parece
zona de guerra. ¿Dónde está la alcaldesa? ¿Dónde está su tan cacareada
“esperanza”?
Lo cierto es que Martha Guerrero solo aparece para el discurso
hueco, para presumir un gobierno que no existe. Mientras tanto, la población
organiza ya una revuelta ciudadana: miles de firmas se están reuniendo para
exigir al Poder Legislativo que le revoquen el mandato. La gente está cansada
de ser engañada por Morena, de escuchar la frase “primero los pobres” mientras
esos mismos pobres se quedan sin nada, abandonados a su suerte.
La realidad es brutal: en La Paz no gobierna una autoridad,
gobierna la indolencia. Martha Guerrero Sánchez pasará a la historia como la
presidenta municipal que dejó que su pueblo se hundiera bajo el agua, mientras
ella se ahogaba en lujos.
La Paz no necesita alcaldes de saliva ni funcionarios de
mentira. La Paz necesita gobernantes que no huyan de la desgracia de su gente.
Y si Martha Guerrero no tiene la capacidad ni la sensibilidad para enfrentar la
tragedia, entonces debe irse ya.
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