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miércoles, 3 de septiembre de 2025

EL ENEMIGO DE AMLO, EN MÉXICO

 

Por: Héctor De Mauleón

 



El enemigo de Andrés Manuel López Obrador, Marco Rubio, secretario del Departamento de Estado de los Estados Unidos, encargado de las relaciones exteriores de ese país y crítico feroz de las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua, llegó anoche a México para fijar los términos de un nuevo acuerdo de seguridad con el gobierno de Claudia Sheinbaum.

 

Lo hizo horas después de que el ejército estadounidense llevara a cabo “un ataque letal” que dejó 11 muertos en aguas internacionales del Caribe, y que fue lanzado contra un barco que, según se informó, había partido de Venezuela “transportando narcóticos ilegales con destino a Estados Unidos”.

 

Rubio dijo después del ataque, y antes de partir rumbo a México, que su gobierno emplearía “todo el poder de América para enfrentar y erradicar” a los cárteles de la droga. Fue el preámbulo de la reunión que hoy sostendrá con Sheinbaum, en un contexto inédito de tensiones diplomáticas.

 

Desde sus tiempos como senador, Rubio acusó a López Obrador de haber entregado el territorio mexicano al crimen organizado. Insistió que el asunto de los cárteles debía ser una prioridad de seguridad nacional de los Estados Unidos. Acusó a AMLO de haber recibido dinero del crimen organizado durante sus campañas presidenciales y de apoyar “tiranos en Nicaragua, Venezuela y Cuba”.

 

Cuando en 2022 López Obrador no asistió a la Cumbre de las Américas porque estos tres últimos países no habían sido invitados, Rubio se jactó: “Me alegra ver que el presidente mexicano, que ha entregado secciones de su país a los cárteles de la droga y es un apologista de la tiranía en Cuba, de un dictador asesino en Nicaragua y de un narcotraficante en Venezuela, no estará en Estados Unidos”, dijo.

 

López Obrador le respondió que si tenía pruebas de que había sido financiado por el narco, las presentara. No sospechó tal vez que Rubio iba a convertirse en uno de los funcionarios más poderosos del gabinete de Trump. Desde su llegada al cargo, el secretario ha concentrado información sobre al avance de los cárteles y su colusión con el gobierno mexicano. De ahí proviene la versión de la existencia de una “lista de Marco Rubio”, de la que podría haber noticia en estos días, y que incluye a políticos y empresarios vinculados con el narco.

 

Rubio fue el artífice de la designación de los cárteles de la droga como organizaciones terroristas extranjeras, lo que le dio a su gobierno el andamiaje legal para llevar a cabo acciones intervencionistas con el uso de la fuerza militar. Bajo esa designación quedaron el Cártel de Sinaloa, al que el secretario tiene en la mira como principal introductor de fentanilo, y cinco grupos criminales más.

 

Rubio ha dicho que los cárteles tienen el control operativo de enormes franjas de la frontera. Ha dicho que “lamentablemente sabemos que una gran parte del territorio mexicano está controlado por los cárteles”. Se ha referido al “nivel muy peligroso de corrupción en el sistema judicial”. Ha dicho que la expulsión de narcos durante el gobierno de Sheinbaum no es suficiente.

 

Ha dicho que en varias regiones de México los cárteles no solo son más poderosos que el gobierno: ha dicho que en algunos lugares de México, ellos son el gobierno.

 

Rubio realizó ya en dos ocasiones giras por América Latina. Dejó para su tercera salida la visita a México. Las casualidades difícilmente existen: lleva a cabo esta visita una vez que el narcotraficante más antiguo y poderoso de México, El Mayo Zambada, ha logrado un acuerdo con su gobierno. Llega con la información que Ovidio Guzmán y Joaquín Guzmán López han entregado en Estados Unidos en busca de beneficios. Llega con el disco duro del narcotráfico en México y con un portafolios tremendamente abultado.

 

Con la operación de barcos de guerra en zonas cercanas a la frontera con México. Con la presencia de aviones espías sobrevolando territorio mexicano. Con la versión, desmentida por el gobierno de Sheinbaum, de que se ha puesto en marcha en la frontera una “Operación Portero” llevada a cabo por la DEA. Con el ofrecimiento de Trump de “ayudar”, mediante el uso de su ejército, a la destrucción de los cárteles.

 

Pero llega sobre todo después de haber construido un caso contra el gobierno que permitió el paso de fentanilo a los Estados Unidos, y al que se hace responsable de la muerte de 70 mil estadounidenses cada año: un promedio de 96 día tras día.

 

Rubio ha acusado públicamente a López Obrador de haber permitido y facilitado todo eso a través de su política de “abrazos no balazos” y a través de acuerdos llevados a cabo con el narco.

 

Ayer llegó al AIFA bajo una tormenta. Tal vez se irá dejando otra tras de sí.

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