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EL VERDE, ASQUEROSO RECICLAJE DE PORQUERIA   Por EXPEDIENTE SECRETO   TOLUCA, MÉX., A 25 DE SEPTIEMBRE DE 2025.– La pregunta que flo...

viernes, 26 de septiembre de 2025

EL VERDE, ASQUEROSO RECICLAJE DE PORQUERIA

 

Por EXPEDIENTE SECRETO

 



TOLUCA, MÉX., A 25 DE SEPTIEMBRE DE 2025.– La pregunta que flota en los pasillos de la política mexiquense es inevitable: ¿qué pasa con José Alberto «Pepe» Couttolenc Buentello?

 

El dirigente estatal del Partido Verde Ecologista pasó de ser la sombra inseparable de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez a un espectador ausente, un distanciamiento que ya no puede ocultarse.

 

La ausencia repentina del líder del Verde en las giras oficiales ha despertado suspicacias: ¿estrategia calculada o fractura real con Morena en el Estado de México?

 

Lo cierto es que Couttolenc, quien presume que el Verde es la «segunda fuerza política» en la entidad, nunca ha jugado limpio. Su partido, acostumbrado a venderse al mejor postor, ha hecho del oportunismo un arte.

 

Hoy, mientras mide tiempos y alianzas, carga a cuestas un séquito de personajes impresentables que son la verdadera radiografía de lo que el dirigente presume como «liderazgo político».

 

EL JIMMY: HAMPÓN CON CARGO PÚBLICO

 

El ejemplo más obsceno es Christián Jesús Castillo Grimaldo, alias «El Jimmy», líder del Sindicato 22 de Octubre. Bajo su mando, opera una red de extorsión en al menos ocho municipios mexiquenses y varias alcaldías de la capital.

 

Transportistas, piperos, constructoras y hasta purificadoras de agua están bajo la amenaza de su grupo criminal: «quien no paga, se muere».

 

Lo increíble es que «El Jimmy» no solo controla el negocio de la violencia; también ocupa un cargo público como sexto regidor en Chalco, apadrinado directamente por José Alberto Couttolenc, quien lo protegió y respaldó para llegar al cabildo.

 

EL DIPUTADO DE LOS ESCÁNDALOS

 

Otro personaje apadrinado por el Verde es Héctor Pedroza Jiménez, actual diputado federal con un historial que raya en lo delictivo. En 2015 amenazó a tortilleros de Nezahualcóyotl con clausurar sus negocios si no pintaban sus locales con los colores del PRI.

 

Un año antes, la PGR y el SAT le congelaron cuentas por presunto enriquecimiento ilícito y vínculos con redes dedicadas al tráfico de autos «chocolate» en el norte del país.

 

Los antecedentes de Pedroza son aún más oscuros: nexos con Pancho Gallegos, ex agente judicial convertido en criminal, con quien compartió negocios en antros y bares donde la violencia fue rutina.

 

Siempre rodeado de hampones como «El Patón» de la banda Los Ardillos, Pedroza es un político que jamás ha podido limpiar su nombre, porque simplemente está manchado de raíz.

 

CORRUPCIÓN EN EL SECTOR SALUD

 

El caso más reciente es el de Honoria Arellano Ocampo, diputada plurinominal del Verde, acusada en febrero de este año de corrupción, nepotismo y abuso de autoridad. Más de 10 mil firmas respaldaron la denuncia que la señala por cobrar sueldos en tres instituciones al mismo tiempo, mantener al menos 150 aviadores, incluyendo familiares, así como manipular plazas dentro del sector salud en Nezahualcóyotl.

 

Peor aún: violó de manera flagrante la ley al ejercer simultáneamente como diputada, líder sindical y enfermera. Un descaro que retrata cómo el Verde convierte las instituciones en botín millonario.

 

EL VERDE VENDE CARO SU OPORTUNISMO

 

Estos son los cuadros que Couttolenc presume como parte de la «segunda fuerza política del Estado de México». Pero lo que hay detrás es otra cosa: un reciclaje grotesco de delincuentes disfrazados de políticos, de corruptos elevados a representantes populares y de padrinazgos que son pactos con la podredumbre.

 

La política mexiquense vuelve a mostrar su verdadero rostro: no hay sangre nueva ni renovación democrática, sólo un teatro de poder donde se repiten los mismos actores y las mismas miserias.

 

Mientras la gobernadora Delfina Gómez guarda silencio y permite la permanencia de estos perfiles, el Verde juega a su eterno papel: el de partido satélite que se acomoda donde más le conviene, sin escrúpulos y con las manos manchadas.

 

En ese escenario, las dudas son un derecho ciudadano, no un lujo. Porque, gobierne quien gobierne, el hedor de la política mexiquense sigue siendo el mismo: un asqueroso reciclaje de porquería.

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