HERNÁN, EL PELÓN DE PLAYAS Y ADÁN AUGUSTO
Desde el 9 de noviembre de 2018, la Sedena, a través de
su Centro Regional de Fusión de Inteligencia del Sureste (Cerfise),
detectó las actividades de un líder de los Zetas que operaba en el
centro y el sureste de Tabasco: Trinidad Alberto de la Cruz Miranda,
conocido como El Pelón de Playas del Rosario (ya que en Villa Playas
del Rosario se hallaba su bastión).
Los militares seguían las actividades de la viuda de uno de
los principales líderes del tráfico de hidrocarburos en el sur del
país, Sergio Meza Flores, El Sorullo. El Sorullo había sido abatido
en un enfrentamiento con policías estatales en 2017. Pero su viuda, conocida
como La Patrona, seguía operando en su nombre, en complicidad con un grupo
de antiguos colaboradores.
El más relevante era El Pelón de Playas. El seguimiento
realizado por los militares comprobó que este sujeto andaba metido en
todo: secuestro, extorsión, venta de drogas, compra-venta de armas, cobro
de piso, tráfico de huachicol y cooptación de funcionarios.
El líder criminal fue sometido a un seguimiento técnico. De
ese modo se comprobaron sus “nexos laborales” con el director de la Agencia
Estatal de Investigación, Irving de Jesús Jiménez Sánchez, identificado
como El Grande o El Teniente Irvin. Según el reporte del Cerfise, el
grupo criminal contaba con la protección de elementos de la Sedena, la FGR, la
fiscalía estatal y un grupo de policías estatales señalados como “Vidal”,
“Chucky”, “Feria”, “Farías”, “José Juan” y “Beto”.
Según uno de los documentos hackeados a la Defensa Nacional
por el grupo Guacamaya, El Pelón de Playas y El Teniente Irvin manejaban
la venta de droga en el Centro de Reinserción Social del Estado
de Tabasco y habían formado una red criminal que mantenía el control
de prácticamente todas las actividades delictivas en el estado.
Las cosas llegaron a tal punto que un grupo de empresarios y
comerciantes subieron a las redes un video en el que aparecieron armados y
acusaron al Pelón de Playas de las extorsiones y la violencia en Tabasco, bajo
la protección de otro funcionario: el fiscal antisecuestro Jesús Manuel
Carrasco Chacón.
El entonces gobernador electo Adán Augusto López se
declaró “preocupado” por lo que señalaba ese video y prometió poner entre sus
prioridades el tema de la violencia. Lo que no dijo Adán Augusto es que, desde
antes de las elecciones, su brazo derecho en materia de seguridad, Hernán
Bermúdez Requena, se había reunido con El Pelón de Playas para “acordar una
tregua” de la violencia y asegurar el triunfo del candidato morenista en las
elecciones.
Esto, de acuerdo con la confesión de uno de los miembros del
grupo criminal que hace poco decidió volverse testigo colaborador,
amparado bajo las siglas C.T.D.R. Según la versión que este testigo entregó a
la FGR, en cuanto fue nombrado director de investigación de la fiscalía
estatal, Bermúdez Requena comenzó a planear un operativo para detener
al Pelón de Playas y quedarse con el control de las actividades que este detentaba.
De acuerdo con el testigo, el grupo delictivo de El Pelón de
Playas comenzó a ser conocido desde la llegada al poder de Adán Augusto López y
Hernán Bermúdez Requena, con otro nombre: La Barredora. El entonces
director de investigación de la fiscalía delegó las actividades criminales en
tres operadores: El Mamado, El Prada y el propio C.T.D.R.
A través de estas personas se estableció el control de la
venta de narcóticos, el tráfico de huachicol, el cobro de piso, el tráfico de
personas y el cobro de las extorsiones. El dinero que todo esto producía era
entregado en efectivo todos los lunes en casa de Bermúdez Requena.
Un año más tarde, en diciembre de 2019, Adán Augusto López
designó a Bermúdez Requena como secretario de seguridad y protección ciudadana.
Al día siguiente, un reporte del Cerfise informó a la 30 Zona Militar que el
recién nombrado secretario tenía vínculos con El Pelón de Playas. Unos días más
tarde, este líder criminal fue aprehendido: mientras varios vehículos eran
incendiados, Villahermosa se llenó de narcomantas. Una de estas,
abandonada muy cerca de la notaría cuyo titular es un hermano de Adán Agusto,
decía: “Gobernador: faltaste al pacto de paz por lo tanto su familia de
notarios pagará esta ofensa”. Otra narcomanta amenazaba a Bermúdez Requena:
“vamos por ti por traidor”.
Tanto Bermúdez Requena como Adán Augusto López fueron
defendidos por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador.
Bermúdez Requena permaneció en el cargo hasta el día de 2024 en que su
domicilio fue atacado con armas largas y a lo largo de un sexenio en el que
tanto el tráfico de huachicol como la violencia crecieron en Tabasco como
nunca. Poco después de ese día renunció.
El otro personaje de esta historia fue secretario de
Gobernación de López Obrador y precandidato a la Presidencia de la
República. Hoy es sostenido como líder de Morena en el Senado por
la presidenta Claudia Sheinbaum quien —señala una fuente de Palacio—
en reiteradas ocasiones le ha ofrecido “una salida diplomática” ante el
grave problema en el que se haya metido.
Tarde o temprano el poder se acaba. ¿Cuánto tardará
en extinguirse el de Adán Augusto?
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