BAILANDO BAJO EL AGUA: EL CINISMO DE CERQUEDA MIENTRAS NEZA SE AHOGA
Por: EXPEDIENTE SECRETO
*Hasta en la tragedia existe un negocio que no se inunda, que nunca pierde: la tiendita de narcomenudeo en Churubusco, entre Pantitlán y Glorieta de Petróleos, en la colonia Evolución, custodiada por la Guardia Nacional
Mientras miles de familias de las colonias Vicente Villada y
Evolución pasaban la noche entre lodo, agua pestilente y pérdidas
incalculables, el alcalde Adolfo Cerqueda Rebollo celebraba con mezcal y música
a escasos metros del desastre. Su indiferencia fue tan obscena como el desastre
mismo.
24 HORAS DE ABANDONO
El agua comenzó a subir desde las cinco de la tarde del
sábado. Vecinos atrapados, niños enfermos, adultos mayores sin poder salir de
sus casas. Y durante más de 24 horas, la autoridad municipal brilló por su
ausencia.
No fue sino hasta que la gente, harta de la indiferencia, cerró
avenidas y bloqueó Pantitlán y Sor Juana que Cerqueda apareció, forzado y
escoltado, acompañado del titular de CONAGUA y del organismo del Agua estatal.
No llegó por convicción: llegó arrastrado por la protesta.
PROMESAS GASTADAS, PUEBLO INCRÉDULO
En su discurso, el morenista Adolfo Cerqueda repitió la misma
cantaleta que todos: censos, apoyos, pagos, inversiones millonarias para
renovar la red hidráulica. Palabras recicladas que ya nadie cree.
Los vecinos lo saben: “prometer no empobrece”, pero tampoco
soluciona nada. Y mientras en las casas de Neza no hay medicinas, mientras los
hospitales carecen de lo básico, el alcalde reparte promesas como si fueran
volantes.
22 MIL CASAS PERDIDAS, UN NARCOBENEFICIADO
La cifra de afectaciones es brutal: más de 22 mil hogares
dañados, con familias que lo han perdido todo. Transportistas, repartidores,
comerciantes, pequeños y medianos empresarios, todos con pérdidas
incalculables.
Pero hay un negocio que no se inunda, que nunca pierde: la
tiendita de narcomenudeo en Churubusco, entre Pantitlán y Glorieta de Petróleos, en
plena colonia Evolución. Ahí, todos los días se venden cientos de dosis de
cocaína a plena luz del día.
Lo más indignante: una decena de elementos de la Guardia
Nacional custodia la esquina, no para ayudar a la gente a sacar el agua de sus
casas, sino para garantizar que nadie moleste a los narcos. ¿Coincidencia? No.
Es complicidad abierta, descarada y criminal.
UN GOBIERNO QUE BAILA SOBRE EL DOLOR
La postal de este desastre ya está grabada en la memoria de
Neza: un alcalde con mezcal en mano bailando, mientras su pueblo lucha por no
perder lo poco que tiene. Un pueblo abandonado por un gobierno que prefiere la
fiesta al deber.
Adolfo Cerqueda Rebollo debe explicar muchas cosas: ¿Por qué
estuvo de fiesta mientras sus gobernados se ahogaban? ¿Por qué las colonias más
vulnerables siguen inundándose año con año sin solución? ¿Por qué la Guardia
Nacional cuida narcos en vez de ciudadanos?
En Neza la gente no se hundió solo en el agua: se hundió en la
indiferencia, el cinismo y la corrupción de un gobierno que baila sobre el
dolor ajeno.
Y la pregunta es clara: ¿hasta cuándo van a dejar que los
políticos se emborrachen mientras el pueblo se ahoga?
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