EL MAYO PAGÓ SOBORNOS HASTA 2024: ¿CUÁNTOS POLÍTICOS EN
MÉXICO DORMIRÁN TRANQUILOS?
Por: Expediente Secreto
Ciudad de México, 26 de agosto de 2025. — La confesión de
Ismael “El Mayo” Zambada en una corte de Estados Unidos no solo cerró medio
siglo de impunidad, sino que abrió una grieta incómoda en la política mexicana:
durante 50 años, afirmó, pagó sobornos a policías, militares y políticos que lo
protegieron. Y esos pagos, admitió, se extendieron hasta 2024, abarcando a
todas las administraciones federales y estatales sin excepción.
“Desde el principio y hasta el momento de mi captura he pagado
sobornos…”, dijo el narcotraficante, al reconocer la magnitud de su red de
corrupción. Esa declaración lo salvó de la pena de muerte, pero exhibió lo que
en México siempre se supo y jamás se comprobó: que el narco y la política
caminaron de la mano durante décadas.
TODOS LOS GOBIERNOS, TODOS LOS PARTIDOS
La confesión sacude a una clase política que por años prefirió
mirar hacia otro lado. No hubo colores intocados: priistas, panistas, perredistas
y morenistas convivieron con un sistema que permitió a Zambada mover toneladas
de cocaína, heroína y, más tarde, fentanilo.
Los sobornos llegaron a gobernadores, alcaldes, legisladores,
militares, policías y funcionarios federales. En palabras de la fiscal general
de EE. UU., Pam Bondi, “Zambada compró gente de todos los niveles de la
política y de la policía mexicana”.
La revelación deja mal parada a la narrativa de la llamada
“cuarta transformación”. Si los pagos continuaron hasta 2024, el último tramo
coincide de lleno con el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y con el
ascenso político de su movimiento, Morena.
Pero lo cierto es que ningún régimen escapa: el PRI, que
gobernó durante 70 años, el PAN de los sexenios de Calderón y Fox, y los partidos
aliados que pactaron en lo oscurito, todos aparecen —directa o indirectamente,
en el radar de complicidad.
GOLPE ELECTORAL ANTICIPADO
La revelación ocurre en un México que se prepara para un nuevo
ciclo electoral. La pregunta inevitable es cuántos de los candidatos,
dirigentes o exfuncionarios podrían ser mencionados en futuras audiencias en
Estados Unidos.
La advertencia de la DEA fue contundente: “Nadie está fuera de
nuestro alcance”. El FBI subrayó que la declaración de culpabilidad de El Mayo “no
cierra el caso”. Para los fiscales de Texas, Nueva York y Florida, esto es solo
el inicio de una investigación que podría salpicar a figuras de la política
mexicana con nombre y apellido.
EL TELÓN DE FONDO: UN PAÍS COMPRADO
México fue reducido al papel de comparsa en la audiencia
estadounidense. Apenas se le dedicó un reconocimiento por haber extraditado a
más de 50 capos. Pero el verdadero telón de fondo fue la corrupción
estructural: un país entero comprado con dinero del narco, incapaz de procesar
en sus propios tribunales al hombre que durante medio siglo dirigió el Cártel
de Sinaloa.
Zambada lo dijo sin titubeos: inició su vida criminal en 1969,
y durante ese tiempo pagó para mantenerse protegido. El Cártel de Sinaloa no
solo infiltró al Estado mexicano, sino que lo utilizó como garantía de
supervivencia.
LA PREGUNTA INCÓMODA
Hoy, con El Mayo condenado de por vida, la incógnita se
traslada a México: ¿Cuántos funcionarios actuales, gobernadores, ex presidentes
y dirigentes partidistas podrán dormir tranquilos después de esta confesión?
La presidenta asegura que no le causa “ninguna inquietud”.
Pero, ¿Pueden decir lo mismo quienes han hecho carrera política bajo la sombra
de un sistema penetrado por el narco?
Porque, como advirtió la fiscal Bondi, esto apenas comienza.
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