UN RATÓN QUE INCOMODA A LOS MORENISTAS
Ciudad de México, 2 de julio de 2025.- se sabe que ya varios
senadores de Morena optaron por el silencio y otros como Enrique
Insunza y Gerardo Fernández Noroña hicieron maromas verbales
cuando fueron cuestionados sobre si temen que el narcotraficante Ovidio
Guzmán López, alias “El Ratón”, hijo de “El Chapo” Guzmán, pueda revelar
nombres de políticos oficialistas y sus posibles vínculos con el crimen
organizado.
Incluso consideraron un escándalo que el gobierno de Estados
Unidos utilice al capo como testigo protegido. Quizá ya no recuerdan que por
medio de testigos protegidos se juzgó a Genaro García Luna en el país
vecino, proceso que ha sido aplaudido una y otra vez por la autollamada Cuarta
Transformación. Ahora resulta que los morenistas, con su honestidad valiente,
temen a los ratones.
Si ya las negociaciones y dichos de Ismael “El Mayo Zambada”
con el gobierno de Estados Unidos había puesto nerviosos y alterados a los políticos
mexicanos que establecieron vínculos con el capo sinaloense, ahora lo que
estará diciendo Ovidio Guzmán “El Ratón” al Departamento de Justicia,
en su papel ya oficial de “testigo protegido”, debe de ser tan fuerte y
escandaloso, sobre sus amigos y apoyos políticos dentro de los gobiernos
mexicanos, que al hijo del Chapo le han dado un trato visiblemente
obsequioso las autoridades estadounidenses.
Primero le llevaron a toda su familia y la recibieron en la
frontera con México sin siquiera avisarle al gobierno de la doctora Sheinbaum;
y ahora, la Corte Federal de Nueva York anunció la cancelación del
juicio que tenía pendiente el joven capo mexicano, quien firmó una declaración
de “culpable” de los delitos que le imputaba la corte neoyorquina, para pedir
que todo su proceso se lleve en el Distrito de Illinois, donde está detenido.
Es decir, que a Ovidio le están dando todo lo que pide a
cambio de la información que ya empezó o empezará a entregar a los Estados
Unidos. Parece que el joven "Ratón" tiene habilidad para doblegar
gobiernos, porque primero lo hizo con el del presidente López Obrador, a
quien dobló aquel 17 de octubre de 2019 durante el “Culiacanazo”, donde el
ahora expresidente reconoció ocho meses después que él dio la orden
personalmente de liberar a Ovidio, cuando ya había sido detenido por una célula
de élite del Ejército, lo que le valió al hijo del Chapo para seguir
operando libremente el tráfico de fentanilo y otras drogas hasta el
año de 2023, cuando fue detenido en Culiacán y extraditado a los Estados
Unidos, es decir que López Obrador le regaló tres años más de
impunidad.
Y ahora, que la justicia estadounidense lo tiene en su poder,
Ovidio volverá a ser protegido a cambio de que informe sobre sus operaciones y
relaciones de narcopolítica que le permitieron operar impunemente durante cinco
de los 6 años del sexenio obradorista. No cabe duda que el Chapito es un
tipo con suerte.
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