EL HORROR DETRÁS DEL CASO DE LOS MÚSICOS COLOMBIANOS: LA UNIÓN TEPITO, EL NARCO Y LA “COCO CHANEL”
* El doble asesinato de B-King y DJ Regio Clown revela una red
criminal que mezcla drogas sintéticas, extorsión tipo “gota a gota” y
protección policial, según la investigación retomada por el periodista Héctor
de Mauleón
Fuente: Periodista Héctor De Maoleón
Ciudad de México.– La tarde del 17 de septiembre, policías
municipales de Cocotitlán, Estado de México, notificaron el hallazgo de restos
humanos en el kilómetro 45 de la carretera México–Cuautla, a la altura de San
Andrés Metla. Junto a las bolsas y costales donde se encontraban los restos,
había un mensaje firmado por el grupo criminal conocido como La Familia
Michoacana. El escenario era atroz: las víctimas habían sido desmembradas en
vida.
De acuerdo con la necropsia, ambas personas murieron por
hemorragia externa causada por heridas cortantes y punzocortantes. Las pruebas
periciales determinaron que el sitio del hallazgo no fue el lugar donde fueron
asesinadas.
Cinco días después, las autoridades identificaron
coincidencias de media filiación con dos músicos colombianos: el cantante
B-King y el DJ Regio Clown, quienes fueron vistos por última vez el 16 de
septiembre al salir de un gimnasio en Polanco. Según la Fiscalía de la Ciudad
de México, abordaron un vehículo solicitado por aplicación.
Sin embargo, las fiscalías capitalina y mexiquense difieren
sobre el sitio del crimen. La primera sostiene que el doble homicidio ocurrió
en el Estado de México, mientras que la segunda afirma que sucedió en
Iztapalapa, desde donde las víctimas habrían sido llevadas a una casa en la
colonia Renovación. Dos horas después de su llegada, el teléfono de una de
ellas fue apagado.
El seguimiento de cámaras reveló que el vehículo utilizado, un
Mercedes gris, se trasladó de Iztapalapa a Nezahualcóyotl y luego a La Paz,
donde permaneció estacionado. Agentes mexiquenses colocaron un GPS al auto y al
día siguiente lo rastrearon hasta una casa abandonada en Tepetlaoxtoc. Ahí fue
hallado el vehículo, con los rines recién pintados de rojo, supuestamente para
alterar su apariencia. En el asiento trasero había un vaso de plástico con ADN
del cantante B-King.
No obstante, las pruebas periciales establecieron que los
restos de las víctimas no fueron transportados en ese automóvil.
La investigación, según la Fiscalía del Estado de México, destapa
un entramado criminal con operaciones tanto en la capital del país como en
territorio mexiquense. El Mercedes pertenece a un hombre que asegura haberlo
vendido, aunque aún guardaba la factura. El sobrino del supuesto propietario, descrito
como un sujeto “pesado” en la Central de Abasto, manejaba el vehículo y contaba
con escolta. La fiscalía sostiene que las personas involucradas en modificar el
auto tienen vínculos con La Unión Tepito.
Durante el cateo en la casa de Tepetlaoxtoc fueron detenidos
cuatro ciudadanos colombianos, quienes dijeron que “pasaban por ahí”. Sin
embargo, aceptaron dedicarse a la modalidad de extorsión conocida como gota a
gota, un esquema de préstamos que van de 1,500 a 500 mil pesos, cobrados con
amenazas e intimidaciones.
El entorno de las víctimas también fue investigado. Una
persona cercana a B-King se convirtió en testigo colaborador y reveló que los
músicos participaban en las llamadas Fiestas sin Censura, eventos masivos donde
se planeaba introducir una nueva droga procedente de Colombia: la “Coco
Chanel”, mezcla de 2C-B y otras sustancias psicoactivas, cuyo precio por dosis
supera los 2,200 pesos.
El testigo señaló que el manager del grupo, Juan Camilo
Gallego, y el DJ Regio Clown estaban al tanto del proyecto y se habían
vinculado con un individuo identificado como Maxi, presunto “cocinero” de
drogas de La Unión Tepito y único autorizado por esa organización para
distribuir la sustancia.
Las autoridades sospechan que los músicos fueron citados para
un supuesto “acuerdo” con La Unión, que en realidad pretendía enviar un mensaje
violento a sus competidores.
En un rancho de Ixtapan de la Sal, donde se realizó una Fiesta
sin Censura, fueron detenidas siete personas de diversas nacionalidades,
vinculadas a un presunto caso de secuestro.
El caso exhibe una compleja red criminal que mezcla
narcotráfico, extorsión tipo gota a gota, secuestros y homicidios con extrema
crueldad. De acuerdo con la fiscalía, entre la llegada de la droga “Coco
Chanel” y los asesinatos de Cocotitlán emerge una red de protección que
involucra a agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y a personal de la
Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, entre ellos un mando
identificado como “El Comandante”.
“En esas sombras vivimos, respiramos, nos movemos”, concluye
el periodista Héctor de Mauleón.

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