VALLE DE CHALCO: LA VIOLENCIA CRECE Y ALAN VELASCO GUARDA SILENCIO
*Mientras el alcalde presume “proximidad social”, las balas y
la droga dominan las calles
Valle de Chalco, Estado de México, 8 de octubre de 2025.– En
el oscuro y cada vez más inseguro municipio de Valle de Chalco, la violencia
volvió a cobrar una víctima.
Un hombre identificado como Jesús Francisco “N”, conocido
entre los vecinos como “El Tacos”, fue asesinado a balazos por dos sicarios que
se desplazaban en motocicleta.
Sin embargo, y como ya es costumbre, el alcalde morenista Alan
Velasco Agüero no ha emitido una sola palabra sobre este nuevo crimen que
refleja el fracaso total de su estrategia de seguridad.
Ejecución a plena calle
Los hechos ocurrieron la tarde-noche del martes sobre avenida
Manuel Altamirano, entre Poniente 15 y 16, en la colonia María Isabel.
Testigos narraron que “El Tacos” caminaba con normalidad por
la calle cuando fue sorprendido por dos sujetos armados que, sin mediar
palabra, le dispararon en repetidas ocasiones desde una motocicleta en
movimiento.
Herido de muerte, cayó sobre el pavimento mientras los
agresores huyeron impunemente.
Vecinos alertaron a los servicios de emergencia, pero cuando
los paramédicos de Protección Civil arribaron, ya nada pudieron hacer.
Policías municipales acordonaron el área mientras curiosos
observaban, indignados y temerosos, otra escena que se repite con alarmante
frecuencia en Valle de Chalco.
Un municipio hundido entre la violencia y la indiferencia
De acuerdo con reportes policiales, la víctima había sido detenida
en varias ocasiones por homicidio y robo, y presuntamente era encargado de un
punto de venta de droga, pero, también amigo de los policías municipales.
Aunque las autoridades no descartan un ajuste de cuentas entre
grupos delictivos, el hecho deja al descubierto la impunidad y el crecimiento
descontrolado del narcomenudeo en el municipio.
Mientras tanto, el alcalde Alan Velasco Agüero, en lugar de
enfrentar la ola de asesinatos, se dedica a encabezar eventos públicos y
anunciar “programas de proximidad social”, con discursos huecos sobre la
“confianza ciudadana” y “la comunicación con los locatarios de mercados”.
Palabras que contrastan brutalmente con la realidad: Valle de
Chalco está secuestrado por la violencia, la corrupción policial y el miedo.
La otra realidad que el gobierno pretende ignorar
Las calles están plagadas de “tienditas” donde se venden
grapas de cocaína a plena luz del día, y pese a que la policía municipal pasa
todos los días frente a ellas, nadie interviene.
Por el contrario, vecinos denuncian que algunos uniformados
son cómplices, pues cobran “rentas” o cuotas de protección a los distribuidores
de droga.
El resultado es un municipio donde los jóvenes caen cada vez
más en el consumo, las familias viven con miedo y la autoridad voltea la mirada
hacia otro lado.
Silencio cómplice
Mientras la violencia se normaliza y los asesinatos se vuelven
parte del paisaje urbano, Alan Velasco Agüero guarda silencio.
Su gobierno, que prometió cercanía y resultados, hoy es
sinónimo de omisión, simulación y descomposición social.
Valle de Chalco se desangra, y el alcalde parece más
interesado en las fotos y los discursos que en enfrentar la realidad que mata
todos los días a sus ciudadanos.
Porque en Valle de Chalco, la única proximidad real es con la
violencia.

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