EL AMBICIOSO ANDY Y SU RUTA AL 2030
*El junior más empoderado de México se ha convertido en el
poder real que maneja y controla la 4T
Por: Salvador García Soto
Ciudad de México, 19 de febrero de 2025.- Amén de los
nombramientos que le impuso en el gabinete y en la estructura del gobierno, la
cuña más fuerte y evidente que el expresidente le puso a la doctora Claudia
Sheinbaum, para limitar y controlar su poder en la Presidencia, es la de su
propio hijo, Andrés Manuel López Beltrán. Colocado disimuladamente en la
Secretaría de Organización de Morena y con una Presidenta que le obedece, el
junior más empoderado de México se ha convertido en el poder real que maneja y
controla el movimiento político fundado por su padre con miras a construir su
propio proyecto político en 2030.
Para ello y con el pretexto de la campaña de afiliación de
Morena, con la que se proponen credencializar a 10 millones de personas,
Andy recorre el país y va de estado en estado visitando lo mismo a
gobernadores, alcaldes, diputados y senadores, a los que les entrega sus
credenciales y les exige cuotas obligatorias para que acerquen gente a
afiliarse formalmente al partido en sus estados y municipios.
Pero junto a la campaña de afiliación, el joven heredero del
lopezobradorismo también aprovecha para hacer política y en cada entidad está
formando cuadros propios y grupos de operadores que le responden
directamente a él, con lo que se está apropiando de la estructura partidista y
desplaza a gobernadores, alcaldes y legisladores que tenían sus propios grupos,
lo que en los hechos lo está convirtiendo en el mandamás y el único que será
capaz de mover y dirigir la poderosa maquinaria morenista hacia donde él quiera
y decida en los procesos electorales.
Es decir, que aunque no tenga ni el carisma ni la retórica ni
tampoco la cercanía con la gente con la que contaba su padre, lo que sí tiene
Andy y lo aprovecha al máximo, es el inmenso poder que le dejó su padre para
que fuera el amo y señor de su movimiento político, de tal manera que no hay
militante en Morena, desde la Presidenta hasta los secretarios de Estado,
gobernadores, senadores, diputados y alcaldes que no le rindan pleitesía ni
acaten sus peticiones porque saben que es él quien habla en nombre del
caudillo.
Y eso lo aprovecha muy bien López Beltrán que ya
tiene una estrategia para impulsar desde ahora en los estados, municipios y
distritos a los que serán sus candidatos a los cargos de elección en los estratégicos comicios
intermedios de 2027, en los que sólo él palomeará y decidirá las listas de
nominados a las 16 gubernaturas que se renuevan en Baja California,
Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit,
Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala
y Zacatecas, además de las listas de candidatos a diputados federales y
alcaldías.
Ya hay gobernadores de Morena que, aunque no lo dicen
públicamente y reciben con bombo y platillo al secretario de Organización
de Morena y hasta se toman la foto con él, en el fondo están inconformes
con la idea de que les quiten el control de su propia sucesión y la posibilidad
de ser ellos los que definan quiénes serán los abanderados morenistas en
sus estados. Eso sin contar que tampoco tendrán mucho qué decidir en cuanto a
las candidaturas a la Cámara de Diputados y tampoco a las alcaldías
más importantes de sus estados.
Todo ese poder absoluto para quitar, poner o vetar candidatos
de Morena, que antes tuvo su padre, lo heredó también López Beltrán en
aquel famoso y misterioso “Testamento Político”, que nunca nadie conoció
pero que hoy está más que claro quién fue el heredero universal. Y aunque
intenta actuar con bajo perfil y se muestra huraño con los medios y la prensa,
Andy hoy tiene una capacidad de decisión, en el movimiento político que
sostiene al régimen, que no tienen ni la presidenta, ni los gobernadores ni los
líderes del Congreso.
Su ambición es mantener el poder y dar continuidad al proyecto
político de su padre, pero con su propia visión y sus reglas, porque sabe que
hoy no tiene ningún contrapeso ni ningún liderazgo que se le oponga o intente
disputarle lo que recibió como herencia de sangre por su apellido. Será él
quien conforme los nuevos grupos políticos que, a nivel nacional y
local, serán la fuerza de Morena y será también él quien decida quién sí y
quién no tendrá presencia en la próxima legislatura de la Cámara de
Diputados y en más de la mitad de las gubernaturas del país que se
renuevan dentro de dos años.
La única duda que hoy queda con el empoderado Andy López
Beltrán, aunque para algunos esa duda ya tampoco existe, es a dónde irá él en
2030, una vez que consolide los nuevos liderazgos y bases políticas que
ya no dependerán de caudillos, tribus o líderes antiguos, sino sólo de él y su
poder heredado. Él mandó un mensaje público, de los muy pocos que ha dado,
diciendo que ni él ni sus hermanos eran tabasqueños, a pesar de haber nacido en
el violento edén tropical, y que más bien eran “chilangos de corazón”, lo que hizo
pensar a muchos que se estaba destapando o anunciando su intención de ser
candidato a jefe de Gobierno de la CDMX.
Pero los que conocen las entrañas de su estrategia política,
con la que hoy recorre el país consolidando su fuerza y liderazgo, dicen que no
tienen ninguna duda de que en 2030 la doctora no podrá decidir ni eso: el
nombre del candidato de Morena que aspire a sucederla porque esa
candidatura, desde 5 años antes, ya tiene dueño.
Precisamente una muestra del poder de Andy fue su decisión
ayer de afiliar como militante de Morena a Miguel Ángel Yunes Márquez, el
tristemente célebre traidor de la oposición que, con el apoyo de Adán
Augusto López y Gerardo Fernández Noroña, ya recibió su lustrosa
credencial como flamante militante formal del nuevo partido hegemónico. La foto
de Yunes presumiendo su afiliación morenista molestó e hizo brincar a la
gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, que en medio de los señalamientos
por los sobrecostos de la Refinería Dos Bocas, ayer se dio tiempo de
mandar una carta dirigida a Luisa María Alcalde, la dirigente formal de su
partido, a la que le expresó su desacuerdo y su molestia por la invitación a
Yunes Márquez a integrarse a Morena. “Los veracruzanos merecemos respeto”, dijo
Nahle en la carta enviada a su partido, en la que amenazó con iniciar un
procedimiento formal para impugnar dicha afiliación ante las instancias de su
partido.
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