SHEINBAUM LE APUESTA AL OLVIDA DE LA TRAGEDIA DE LA LÍNEA 12 DEL METRO
*La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, no escribió ni un
tuit, ni una declaración, ni una ceremonia, ni una ofrenda floral para las
personas que murieron en la tragedia de la línea 12 del metro
*Con flores, veladoras y fotografías de las víctimas del
desplome de la Línea 12 del metro, familiares y amigos se dieron cita
el pasado sábado en el lugar donde ocurrió la tragedia aquel 3 de mayo de
2021
Ciudad de México. 6 de mayo de 2025. El encuentro para recordar y honrar la memoria de sus seres queridos se llevó a cabo en las inmediaciones de la estación del metro Olivos, ubicada sobre avenida Tláhuac, en la alcaldía con el mismo nombre, Ciudad de México.
Las familias acudieron portando playeras con la imagen de los
fallecidos en la tragedia, tras el desplome de un tramo elevado de la Línea 12
del Metro, que dejó 26 muertos.
El pasado viernes, Latinus dio a conocer que
especialistas y funcionarios del gabinete de la Ciudad de México pidieron
a Claudia Sheinbaum cambiar los trenes de la Línea 12 del Metro para
que los usuarios no corrieran riesgos y evitar que se repitiera una tragedia
como la del 3 mayo de 2021 que mató a 26 personas.
El medio de comunicación tuvo acceso a las conversaciones de
13 reuniones de la mesa técnica que se instaló tras el colapso de un tramo de
la Línea 12 que ocurrió hace cuatro años.
Las conversaciones revelan que Sheinbaum no quiso
cambiar los trenes y prefirió hacer una reparación superficial. Argumentó que
no tenía presupuesto y quería reabrir la línea antes de dejar el gobierno
capitalino para irse de candidata presidencial.
“Lo que no me deja dormir es que a mí me queda en el gobierno
tres años, tres años y medio en realidad, dos años digamos, porque el último
año es el cierre. En esos dos años, o sea, yo tengo que dejar una línea
operando”, dijo Sheinbaum en la reunión del 28 de mayo del 2021.
La presidenta apuesta por el olvido del escándalo político más
costoso que ha enfrentado en su carrera: el desplome de la Línea 12 del
Metro.
Sucedió en su gobierno. En el pináculo del desdén, ella lo
llamó “incidente” (murieron 26 personas). Ordenó a una prestigiada empresa noruega
que hiciera una auditoría para deslindar responsabilidades; cuando esa empresa
determinó que era culpa de su gobierno, descalificó el estudio.
Para cualquier figura de la política, esto hubiera
representado la ruina, el fin de sus aspiraciones. No para la favorita del
régimen. Aunque la Línea 12 le costó políticamente —su partido se desplomó en
las elecciones inmediatas posteriores a esta tragedia—, con la ayuda del
presidente López Obrador, la doctora Sheinbaum logró
reposicionarse. El aparato de propaganda que la acompaña logró evitar los
cuestionamientos ante la responsabilidad y la contradicción. El control sobre
la mayoría de los medios de comunicación funcionó. La oposición no tuvo el
talento de romper ese dique. El asunto se diluyó. Se olvidó.
Este fin de semana se cumplieron 4 años de la tragedia de
la Línea 12. De la presidenta, ni un tuit, ni una declaración, ni una
ceremonia, ni una ofrenda floral. La desaparición por decreto de una tragedia
que marcó a la Ciudad de México, pero que sobre todo, marcó como capítulo negro
la carrera política de Claudia Sheinbaum.
En las grabaciones la entonces directora del Metro, Florencia
Serranía, es especialmente enfática: “No es posible hacer una rehabilitación si
no hay un cambio de trenes porque sería tirar el tiempo y el dinero a la
basura”, dijo en una reunión. “Está claro, científicamente claro que el
problema es el tren”, repitió. “Si nosotros hacemos eso con los mismos trenes,
entonces vamos a llegar al mismo resultado”, insistió.
El primer impulso de la presidenta es decir que hay que evitar
otra tragedia a toda costa. Pero conforme avanzan los días y se dan más
reuniones, su posición va cambiando, hasta que llega a decir que no tiene
presupuesto para cambiar los trenes y tampoco tiene tiempo (se iba a ir de
candidata presidencial). Al final, los trenes no se cambiaron. EL
UNIVERSAL publicó este fin de semana que un estudio de la Universidad
Autónoma de Nuevo León detectó que la Línea 12 tiene 37 grietas en el tramo
elevado —el que ya se cayó— después de que las autoridades dijeron que lo
habían reforzado, reparado y reabierto.
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