EL JUEGO DE FUERZAS DE ALITO
*La iniciativa del PRI para prolongar la militarización es,
en los hechos, una ruptura de la moratoria constitucional. ¿Qué consecuencias
tendrá en la Alianza Opositora? Por lo pronto, Marko Cortés y Jesús Zambrano ya
dejaron en claro que podría cancelarse el acuerdo parlamentario de Va por
México en San Lázaro.
Es más, su contenido pasó a segundo plano, porque lo que
ocurrió es que se mostró la fragilidad en la que trabajan los opositores y la
capacidad de seducción que tiene la 4T, aunque hay que señalar que la
exposición de motivos es especialmente crítica con Morena y con el gobierno
federal.
Todo está en juego. Las gubernaturas de Coahuila y el
Estado de México, pero también las seguridades que existían de que la
Constitución no sería modificada en aspectos que fueran regresivos. Es como un
castillo de naipes que se va derrumbando.
Por lo pronto, Marko Cortés y Jesús Zambrano,
los líderes del PAN y el PRD, ya dejaron en claro que se está avanzando por un
sendero que terminará con el acuerdo parlamentario de Va por México en San
Lázaro.
En los hechos se rompe con la moratoria constitucional en
uno de sus temas centrales, ya que el acuerdo entre los opositores se sustenta
en no profundizar la militarización y proteger a los órganos autónomos y en
particular al INE y al Tribunal Electoral.
Pero el golpe también se resentirá entre los priístas, donde
los senadores de ese partido no acompañarán la propuesta de los diputados. El
coordinador Miguel Ángel Osorio Chong fue más que claro al respecto.
“No estamos de acuerdo, ni en la presentación, ni en la iniciativa, va en
contra de lo que hemos venido planteando”.
Pero el cisma que está en curso, puede trasladar los votos
que requiere el partido mayoritario y sus aliados para apoderarse, ahora sí, de
la agenda legislativa y de todas sus consecuencias.
En Palacio Nacional se frotan las manos ante una coyuntura
que les puede resolver muchos de los agobios en los que se encuentran.
Alejandro Moreno Cárdenas, el líder del PRI, señaló que
en su partido “no reciben ultimátum, ni acepta órdenes ni de aliados ni de
adversarios”. En algo le asiste la razón, porque tampoco le han mandado señales
de arreglo que no sean las del acatamiento absoluto.
Es la alborada de una crisis cuya profundidad iremos
sabiendo y midiendo en los próximos días. ¿Resistirá Va por México? Al
paso de las horas y de las declaraciones parecería que no, pero los incentivos
para que continúe son todavía elevados, ya que los partidos en solitario verían
mermadas sus expectativas y, en algunos casos, hasta su supervivencia.
Cortés, al hablar por los panistas, situó el alcance del
problema al señalar que la alianza no es para ganar elecciones, sino para
cuidar a México. Es decir, no la puede guiar solo el pragmatismo y mucho menos
la conveniencia.
Era predecible que el escenario se complicaría y por ello
resulta inexplicable que no se hayan buscado los mecanismos para llegar a un
acuerdo si era tan urgente el legislar por un tema que de todas formas tendrá
vigencia hasta 2024. Se pudo acordar un planteamiento similar, de mano de toda
la oposición, ya pasadas las elecciones del 2023, trasladando el costo a Morena
y no asumiéndolo como propio.
Es más, la naturaleza de la propuesta habría transitado sin
problema alguno, porque es evidente que las necesidades de apoyo militar van a
ser las mismas hoy que en algunos meses. Ningún partido plantearía dejar a su
suerte a la ciudadanía y menos ante instituciones débiles y policías poco
preparadas.
Por eso es la extrañeza del momento.
Se puede especular sobre los motivos primarios de Moreno
Cárdenas para transitar por semejante aventura, pero las consecuencias
políticas empiezan a ser evidentes. El tamaño de la ruptura es la incógnita,
porque será difícil reparar el ambiente de confianza y más aún ante la
delicadeza que se requerirá en los próximos meses para buscar candidaturas
comunes y competitivas.
Algo es claro, el PRI se acabó de romper y eso también
repercutirá en sus aliados. ¿Con quién pactarán y con qué seguridad de
cumplimiento de los acuerdos?
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