EMPIEZA CACERÍA POLÍTICA DE EU: ¿VISAZOS, NO APAPACHOS?
Por: Salvador García Soto
*México ofreció a EU investigar al alcalde de Matamoros, por
los presuntos vínculos con delincuencia organizada
La retención por varias horas que sufrió el pasado jueves
santo el alcalde de Matamoros, José Alberto Granados Favila, junto con el
largo interrogatorio del que fue objeto y la cancelación de su visa y la de al
menos 13 de sus acompañantes y colaboradores, dista mucho de haber sido una
“inspección de rutina”, como sostiene públicamente el edil morenista. Al
presidente municipal y a sus acompañantes los interrogaron ocho agentes
estadounidenses del CBP, del Homeland Security, de la DEA y del FBI, durante 14
horas en una oficina de la Puerta de entrada de Brownsville, Texas, y tras
negarles el acceso a Estados Unidos, les dijeron que no podían ingresar a su
país por trabajar en el “Ayuntamiento de Matamoros, que para nuestro gobierno
es una organización criminal y terrorista”.
Tanto al alcalde Granados como a sus acompañantes les
destruyeron la visa estadunidense frente a ellos y les dijeron que serían
detenidos por vincularlos al tráfico de cocaína cometido por Edgar
Alejandro Villarreal “La Fresa”, quien fue capturado en ese mismo puente
internacional el pasado 8 de febrero en posesión de casi 9 kilos de cocaína.
Fue la tercera vez que detenían al “Fresa” y les informaron que hay una investigación
a cargo del ICE y Homeland Security, desde diciembre pasado en la que se les
vincula. Al anunciarles la intención de detenerlos, el alcalde Granados pidió
su derecho a hacer llamadas y, de acuerdo con fuentes que presenciaron el
interrogatorio, el morenista llamó primero a Norberto Barrón Barragán,
secretario particular del gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, y
luego al hijo de éste, Américo Villarreal Santiago.
Era la 1 de la tarde del jueves 17 de abril cuando el
presidente municipal intentó cruzar por la puerta de entrada de Brownsville y
los agentes del CBP, al ver su nombre, como si lo tuvieran enlistado, le
pidieron pasar junto con cuatro de sus acompañantes que fueron bajados de sus
camionetas y los pasaron a una oficina de la DEA en las instalaciones de dicha
entrada. Junto al alcalde Beto Granados iban Daniel Zárate, acompañante y
amigo del alcalde; José Jaciel Martínez, director de Comunicación Social del
municipio; Israel Vélez, chofer, y Fabián Avalos, secretario
particular del presidente, que viajaban con él en los vehículos.
En esa oficina de la DEA, donde es sabido que lo primero que
les piden a los que son interrogados es el teléfono celular —que es pasado por
un escáner que copia todo su contenido— estuvieron hasta las 3 de la mañana del
viernes. Cuando le regresaron el funcionario mexicano su celular le
dijeron que había “orden” de no dejarlo pasar ni a él ni a sus acompañantes a Estados
Unidos “porque el Ayuntamiento de Matamoros es considerado una
organización criminal terrorista”.
Tras los interrogatorios y el anuncio de que serían detenidos,
las llamadas que realizó el alcalde morenista surtieron efecto. Desde Ciudad
Victoria, del gobierno de Tamaulipas llamaron a la Secretaría de
Relaciones Exteriores para avisar que a Granados Favila lo tenían detenido
en Brownsville; de la cancillería se comunicaron a Washington para plantear el
tema y pedir una explicación y de allá llamaron a las oficinas del CBP para
preguntar por la situación del funcionario mexicano.
Cuando del gobierno de Estados Unidos explicaron a la
cancillería los motivos de la detención y cancelación de visas al alcalde y a
sus 13 acompañantes, los funcionarios del Gobierno mexicano pidieron su
liberación y se comprometieron a colaborar en las investigaciones, al tiempo
que ofrecieron que tanto Alberto Granados como sus colaboradores
serían investigados por el gobierno de México por los presuntos vínculos con
delincuencia organizada. Esa fue la razón, según las fuentes internas de agencias
estadounidenses, por la que aceptaron liberar al presidente municipal y a sus
acompañantes a las 3 de la madrugada y tras haber estado detenidos 14 horas
continuas.
Pero luego, el pasado sábado 19 de abril, un día después de la
retención y liberación del alcalde, otros funcionarios del municipio de
Matamoros que quisieron cruzar por el mismo puente de Brownsville a Estados
Unidos, también fueron retenidos, se les negó el acceso con el mismo argumento
de que colaboraban en el Ayuntamiento de Matamoros “que es una organización
terrorista-criminal” y se le cancelaron también sus visas. Fueron en total 14
funcionarios municipales a los que se les negó acceso y se les destruyó el
visado y sólo uno que demostró tener un puesto de segundo nivel y dijo ni
siquiera conocer al alcalde Beto Granados, a ese sí le regresaron su visa
y lo dejaron pasar al territorio estadounidense.
Fue tal el impacto que tuvo esta detención y cancelación de
visas al alcalde morenista y sus acompañantes, que ayer estuvieron en la Secretaría
de Gobernación el gobernador de Tamaulipas y el propio presidente
municipal, quienes fueron recibidos por la titular de la dependencia para
hablar del tema. El lunes al mediodía, en el evento del aniversario de la
defensa del Puerto de Veracruz la presidenta Claudia Sheinbaum fustigó
a los “vendepatrias” que buscan intervención del gobierno de Donald Trump para
resolver el problema del narcotráfico y su violencia desbordada en México.
“Así de sencillo y profundo, porque lo digo fuerte y claro,
solo los vendepatrias están a favor de ir a buscar ayuda en el extranjero para
resolver los problemas internos del país”, dijo la mandataria que ayer martes,
en su conferencia mañanera, abundó en el tema y acusó al PRIAN y a senadores de
la oposición de estar pidiendo que haya una intervención abierta del gobierno
de Estados Unidos en los temas de seguridad y corrupción en México.
Lo más grave de todo este asunto es el argumento que, según
las fuentes estadounidenses les dieron al presidente municipal y a sus
acompañantes para retenerlos, negarles el acceso y destruirles la visa. Si,
como les dijeron, para el gobierno de Estados Unidos el ayuntamiento de
Matamoros, donde hoy gobierna Morena, es una “organización criminal
terrorista”, entonces se está acusando a una parte del Estado mexicano, del que
la célula básica es el municipio, de ser también parte de esas organizaciones
criminales y terroristas.
¿Será que como se ha publicado y documentado ya en varios
espacios, incluido esta columna, las investigaciones abiertas en Estados
Unidos contra funcionarios y políticos mexicanos ya empezaron a activarse
y a surtir efectos como la cancelación de visas y negarles acceso a su país a
esos políticos de los que se dice hay una lista de 100 en total entre los que
se encuentran gobernadores, senadores, diputados y hasta líderes
parlamentarios, además de alcaldes de Morena y de otros partidos que están
señalados de tener vínculos de distinto tipo con los cárteles de la droga
mexicanos que ya fueron declarados organizaciones terroristas por el
presidente Trump?
Tal vez a eso se refirió la presidenta al hablar de los
“vendepatrias”, como llamó a priistas y panistas que, según la mandataria están
invocando y hasta colaborando con el gobierno de Estados Unidos para dar
información en contra de políticos mexicanos vinculados al narco. Puede ser,
pues, que haya comenzado ya la cacería desde Washington y sus agencias de
seguridad en contra de las redes de la narcopolítica en México. Y si ya
empezaron con un alcalde morenista, habrá que ver quiénes son los políticos de
ese y otros partidos que hoy tienen el valor de intentar viajar a Estados
Unidos a donde, todo indica, ya empezó la política de “visazos, no apapachos”.