LOS CABOS SUELTOS DE LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO
*La decisión de la Suprema Corte de despenalizar el aborto
es un avance sólido para el movimiento feminista y una muestra de que la ley no
será más sin nosotras.
Septiembre 8 de 2021. La decisión de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (SCJN) de anular la cárcel para quien aborta es una gran
victoria para el movimiento feminista.
Con esta despenalización, que además fue aprobada por
unanimidad, se pavimenta el camino para que el aborto se haga legal en la
totalidad del territorio nacional. Por ahora, solo Coahuila estará obligado a
cambiar su legislación para que abortar no sea un delito, pero todas las
mujeres que estén en prisión por ese delito podrán ahora utilizar un amparo
para que sean encarceladas.
Esto no es menor, de acuerdo con los datos compilados por
Arturo Ángel, tan solo en los primeros seis meses de 2021 se han abierto 432
indagatorias por delitos de aborto en México. Esto es, cada día se abren poco
más de dos casos.
Además, en un futuro, quizá muy cercano, veamos el resto de
los estados despenalizar el aborto también, convirtiendo a México en el país
más poblado de América Latina en permitir el aborto. Hasta ahora el aborto solo
es legal en CDMX, Veracruz, Oaxaca e Hidalgo.
La decisión es histórica sobre todo por las razones
esgrimidas por la Corte para ello: el derecho de la mujer a decidir sobre su
cuerpo. El derecho a que las mujeres decidiéramos sobre nuestro cuerpo era la
batalla feminista por excelencia y una de las principales razones por las que
el aborto era considerado parte de medular de la agenda de igualdad.
Aun así, quedan tres cabos sueltos.
El primero es que esta decisión no significa necesariamente
que la Corte tenga una inclinación ideológica de izquierda que vaya a
traducirse en áreas fiscales o económicas. Este es un éxito del movimiento
feminista, más no de la izquierda. En un futuro esta misma corte podrá aprobar
aspectos contrarios a agendas como el cobro de impuestos, la competencia de
mercado o la regulación de la banca.
Segundo, no sabemos cómo vayan a responder a esto los
estados más conservadores del país o qué influencia logren tener organizaciones
conservadoras en futuras discusiones a nivel estatal. El tema podría
convertirse, incluso, en una bandera partidista, diluyendo la posibilidad de
que los estados implementen legislaciones locales que de manera efectiva den
acceso al aborto a sus ciudadanas. Es decir, despenalizar el aborto no
significa necesariamente facilitar el derecho de las mujeres a tener un aborto
seguro.
Finalmente, está el tema federal. Hay quien especula que
Olga Sánchez Cordero podrá negociar en el Congreso la aprobación de una ley que
efectivamente regule el derecho de las mujeres a abortar. Sin embargo, esto
puede estar lejos de la realidad. Olga ha mostrado una fuerte lealtad a López
Obrador y éste ha tomado una posición titubeante ante el aborto.
Con el colmillo político que lo caracteriza, López Obrador
sabe que, entre la población general, la recepción de esta noticia no será
homogénea. La mayoría de los mexicanos probablemente no estén feliz con ella.
De hecho, de acuerdo con una encuesta de El Financiero, solo
el 45% de los mexicanos están a favor de la interrupción legal del embarazo y
el porcentaje no parece variar mucho entre hombres y mujeres. El rechazo al
aborto legal y seguro viene sobre todo de personas mayores y de quienes tienen
altos niveles educativos básicos. En la elección intermedia las personas que
más votaron por Morena fueron, precisamente, las que comparten ese perfil.
Me sorprendería si Morena tomara el tema del aborto como una
bandera propia. Estimo que lo más probable es que no lo consideren como una de
sus prioridades.
Con todo y lo anterior, la decisión de la SCJN me deja con
un buen sabor de boca. Las mujeres ganamos y no tengo duda de que seguiremos
ganando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario