LÓPEZ GATELL SABOTEA VACUNA COVID
*Si burocratizar es estorbar, López Gatell ha decidido no
solo desobedecer, sino ir más allá para conspirar contra la vacuna, sea por
arrogancia o por ambición política
Ciudad de México 15 de noviembre de 2020. Los avances
globales para contar con vacunas contra el Covid-19 perfilan una luz
al final del túnel, justo cuando la humanidad encara nuevos brotes de la pandemia.
Sin embargo, en México se desarrolla una guerra encubierta, con alta carga
política, que de prosperar atrasará el acceso a este anhelado remedio al menos
hasta la segunda mitad del próximo año. Para entonces, sin vacuna, la cifra
oficial habrá superado los 200 mil muertos.
Reportes de empresas internacionales empeñadas en estos
hallazgos, así como denuncias de funcionarios de diversas áreas del gobierno
López Obrador, señalan al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, como
artífice de una conspiración contra la vacuna.
De acuerdo con estos señalamientos, López Gatell presionó a
la estructura de la entidad regulatoria de riesgos sanitarios (Cofepris) para
tener en sus manos y las de un irregular “comité”, la autorización de las
vacunas, lo que implicaba conocer documentos confidenciales de las compañías
que las desarrollaron bajo el amparo de leyes internacionales, que no otorgan a
López-Gatell ese derecho, aunque el gobierno mexicano haya puesto bajo su
control administrativo el control de esa oficina, cuyos símiles en Europa y
Estados Unidos son plenamente autónomos.
Ciertas de que una filtración de sus secretos
científicos podría generar un mercado negro multimillonario en
dólares, estas compañías globales se negaron a concurrir ante el referido
“comité”, que encabezan López-Gatell y dos aliados: Gustavo Reyes Terán,
con rango de coordinador de institutos de especialidad en la Secretaría de
Salud, y María Elena Álvarez Buyllá, la controvertida directora de
Conacyt.
En respuesta, se dijo a este espacio, López Gatell descabezó
áreas clave de Cofepris y colocó ahí a incondicionales. Entre los cesados
destacaron Elvira Espinosa Gutiérrez y Alejandro Nieto,
sustituidos por América Orellana y Olga Piña. Se fue incluso el
jefe de asesores del titular, José Alonso Novelo, un médico yucateco
cercano a López Obrador, del que éste ha resaltado varias veces su honestidad.
El pasado día 9, López-Gatell declaró que, en el periodo de Novelo, Cofepris ha
sido más opaca, discrecional y corrupta.
La extraña guerra contra la vacuna se agudizó
luego de que el 30 de octubre, en Palacio Nacional, el presidente López Obrador
atestiguó la firma de convenios de compromiso de compra de millones de
dosis de vacunas a las compañías farmacéuticas que encabezan la carrera en su
desarrollo: Pfizer, de Estados Unidos; AstraZeneca, de Inglaterra,
y CanSino, una alianza entre China y Canadá. Esta última entregó de
inmediato un primer lote de su vacuna (llamada Ad5-nCov) para la fase
final de un proceso de prueba en el que participan México y media docena más de
naciones.
Según datos de la propia CanSino, la vacuna será
administr
ada aquí a cerca de 15 mil personas en centros de investigación de
varios estados, entre ellos Chihuahua, Durango, Nuevo León, Jalisco, Veracruz,
Puebla, Hidalgo, Edomex, Aguascalientes, Michoacán y Quintana Roo, además de la
Ciudad de México.
El día anterior a la firma de los convenios, gestionados por
orden presidencial vía la Secretaría de Relaciones Exteriores, López Obrador
encabezó la reunión del grupo que coordina las acciones contra la pandemia.
Según testimonios recogidos, ahí, frente a una decena de funcionarios, ordenó
acelerar estas compras. “(José) Novelo ¡autoriza ya!”, le dijo al titular de
Cofepris. Y remató: “Hugo ¡deja de burocratizar esto!”.
Si burocratizar es estorbar, López Gatell ha decidido no
solo desobedecer, sino ir más allá, para conspirar contra la vacuna. Sea
por arrogancia, por ambición política o por motivos peores. El
tema amerita ser retomado pronto.
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