LA BATALLA POR MORELOS
Por. Héctor De Mauleón
Publicado el 19 de junio de 2025.- El 6 de marzo, un líder de
la Familia Michoacana —Aliven “N”— fue asesinado en las cercanías de
Plaza Cuernavaca, en la capital de Morelos, a donde había acudido con
intención de adquirir un vehículo blindado.
Desde un Toyota Yaris de color gris, un hombre provisto con un
arma larga con silenciador le disparó en 26 ocasiones: Aliven “N” viajaba en un
Mercedes Benz con blindaje nivel 3, pero el atacante agrupó los tiros y logró
que penetraran por la ventanilla del copiloto.
En las semanas siguientes se registraron nuevas
agresiones en contra de integrantes de la Familia Michoacana. El 2 de
junio, en Burgos, un fraccionamiento exclusivo de Temixco, otro líder de ese
grupo criminal, Luis Pineda, El Wicho, fue alcanzado por un Toyota Yaris
“color plata”.
El Wicho, según las investigaciones, iba a negociar la compra
de un Corvette, por el que entregaría a cambio un Beetle y
un Golf GPI. El hombre con el que haría la transacción, sin relación
aparente con el grupo criminal, también perdió la vida en el ataque. El
parabrisas del Beetle en el que fue encontrado el cadáver de El Wicho
presentaba siete impactos.
Según el seguimiento realizado por cámaras de
vigilancia, el auto de los agresores atravesó las colonias Vista
Hermosa, Delicias, Reforma y Lomas de Cortés.
Dos días más tarde, tras una persecución por el bulevar
Cuauhnáhuac, fue ejecutado un hombre identificado como Neftalí “N”. El fiscal
Edgar Maldonado señaló que el homicidio podría estar relacionado con el
asesinato de El Wicho: “Se menciona la existencia de un precedente previo.
Podría estar relacionado con la conducción de un vehículo, vinculándolo
potencialmente con un incidente ocurrido la semana pasada en
el fraccionamiento Burgos”.
El secretario de seguridad y protección ciudadana de Morelos,
Miguel Ángel Urrutia informó ayer que un Toyota Yaris con características
semejantes al que fue empleado en los eventos del 6 de marzo y el 2 de junio
fue localizado en la colonia Las Delicias. Se hallaba en posesión de dos
sujetos apodados El Sinaloa y El Chupón, ligados al grupo
criminal conocido como Los Mayas o Los de Siempre, que dirige Abel Maya
Domínguez.
Exlugarteniente de Arturo Beltrán Leyva, Abel Maya logró
imponerse mediante la violencia sobre grupos delictivos como Los Rojos, o aquel
que comandaba Francisco Javier Rodríguez Hernández, apodado El Colombiano, el
XL o El Señorón.
Desde hace tres lustros ha extendido la influencia de su grupo
a la zona metropolitana de Cuernavaca y a municipios
como Huitzilac y Jiutepec. Es uno de los grandes responsables de
las masacres, de la ola de violencia que Morelos no logra sacudirse.
Narcomenudeo, extorsión, secuestro, cobro de piso, tala
ilegal, robo de vehículos y despojo de terrenos son los delitos a que
está asociado.
A principios de esta década el grupo de Abel Maya se
fracturó. Uno de sus cómplices, conocido como El Negro Valdovinos, se alió hace
cuatro años con La Familia Michoacana, de acuerdo con reportes de
seguridad.
Las ejecuciones en la zona metropolitana y sus alrededores es
producto del encontronazo entre estos grupos. La guerra
entre Mayas y Familia Michoacana se ha centrado también en
Huitzilac, en donde se han llevado a cabo en los últimos años
sucesivos multihomicidios.
En días pasados, la secretaría de seguridad de Morelos
desarticuló una banda dedicada al robo de autos, motocicletas y camionetas de
alta gama que operaba en Cuernavaca, Jiutepec,
Temixco, Tepoztlán y Emiliano Zapata. El 20 de mayo fueron detenidos
Yael Ricardo “N” y otras cinco personas: tenían en su poder un escáner de alta
tecnología que clonaba llaves de autos y camionetas Honda. Poseían, además, un
inhibidor de GPS.
En el sitio donde los detuvieron había más de 30 placas de
circulación procedentes de Veracruz, Quintana Roo, el Estado de México y
Morelos. La banda se halla vinculada con al menos 200 carpetas de investigación
por robo de vehículos en la Zona Metropolitana. Una vez que los sistemas de
geolocalización eran desactivados, los automóviles eran trasladados a
Huitzilac, para ser entregados al grupo de Abel Maya.
Según otros reportes, también El Negro Valdovinos, rival
de Maya, se halla involucrado en esta actividad: los autos robados por su grupo
son enviados a la sierra de Guerrero para ser empleados en las actividades
delictivas de la Familia Michoacana.
Es solo el choque de dos los grupos que pelean Morelos. Dos
grupos a los que durante seis años se dejó avanzar y hoy arrasan colonias,
municipios y pueblos.
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