ALFREDO DEL MAZO FUE ABUCHEADO DURANTE INAUGURACIÓN DE OBRA
*El ya conocido traidor y exgobernador del Estado de México
asistió a la inauguración del primer tramo del Tren Interurbano México-Toluca,
donde tuvo que tragar sapos como nunca antes se había visto a un gobernador.
Por: Rodolfo Rodríguez C.
Al son de “Fuera, fuera”, el exmandatario estatal
emanado del Partido Revolucionario Institucional PRI tuvo que dar su discurso durante
el evento celebrado el pasado 15 de septiembre, las rechiflas y abucheos se
intensificaron conforme él daba unas palabras.
En el evento también estuvieron presentes el presidente de
México, Andrés Manuel López Obrador, la gobernadora de Morena, Delfina Gómez,
el director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, (Banobras), Jorge
Mendoza, así como autoridades estatales.
A pesar del descontento de los mexiquenses, Del Mazo, tuvo
que tragar sapos y agradecer al presidente López Obrador, por todo el apoyo
brindado durante la construcción del Tren Interurbano, obra que tardó una
década en realizarse.
Finalmente, para concluir su discurso, el mandatario estatal
deseó “todo el éxito” a la gobernadora Delfina Gómez, quien ayer
tomó protesta como mandataria estatal del Estado de México.
NO ES LA PRIMERA VEZ QUE DEL MAZO MAZA ES ABUCHEADO.
El pasado 13 de enero se hizo viral un video en el que el
entonces gobernador asistió a un evento público, donde los asistentes le
gritaron “ratero”, incluso las expresiones fueron de tal magnitud, que en
algunos momentos no se podía escuchar hablar al gobernador.
La llegada de Delfina Gómez al gobierno del Estado México
marca un fin para el priismo y para el grupo político que tuvo representantes
como Enrique Peña Nieto y Carlos Hank González.
El Grupo Atlacomulco quedo derrotado en el Estado de México.
La tarde del pasado jueves, Delfina Gómez Álvarez tomó protesta como la primera
mujer gobernadora y también la primera en ganar sin ser postulada por el
Partido Revolucionario Institucional.
Tras más de 80 años del grupo Atlacomulco en el poder, el
Grupo Texcoco llega contento y feliz, una organización cuyos orígenes se
remontan a la década de los años noventa.
El día llegó y contó con invitados especiales, entre ellos,
el presidente Andrés Manuel López Obrador quien nunca había asistido a una toma
de protesta ni siquiera la de su consentida Claudia Sheinbaum Pardo, el
presidente nuevamente elogio a Alfredo del Mazo, el Priista, más morenista que
las propias corcholatas y, quien será recordado como un gobernador cobarde que
fue capaz de entregar su estado para salvar su pellejo.
López Obrador no suele acudir a las tomas de posesión o
informes de Gobierno, pero con el Estado de México lo hizo. Hace unas semanas
asistió al último ejercicio de rendición de cuentas de Alfredo del Mazo y el
pasado jueves volvió a Toluca para presenciar la toma de protesta de Gómez
Álvarez, una vieja conocida a quien acompañó durante su campaña en su primer
intento por ser gobernadora.
Todavía más inusual fue que tomara la palabra. En un breve
discurso, el mandatario federal reconoció al exgobernador sumiso y agachón Alfredo
del Mazo.
Del Mazo será recordado como el último gobernador del PRI,
pero también como el gobernador traidor que deshonro la memoria de su padre y
de su abuelo, quienes también gobernaron el Estado de México y sobre todo quien
le dio la espalda a su grupo político, el famoso Grupo Atlacomulco.
Se trata de una agrupación que tuvo entre sus integrantes a
políticos como Isidro Fabela, Carlos Hank González, Alfredo del Mazo Vélez,
Arturo Montiel Rojas, Enrique Peña Nieto y Alfredo del Mazo Maza.
Ahora el Grupo Texcoco asumirá el poder. A la cabeza estará
Delfina Gómez, gobernadora del estado, pero irá junto a otros dos de sus
representantes y liderazgos de la agrupación: Higinio Martínez, Horacio Duarte.
Los tres fueron presidentes municipales de Texcoco.
Horacio Duarte Olivares fue nombrado como secretario General
de Gobierno, el segundo cargo más importante en la estructura e Higinio
Martínez Miranda como responsable de proyectos especiales en la gubernatura.
La salida del PRI en el gobierno del estado, no solo implica
una pérdida de la gubernatura con más habitantes y más presupuesto, también de
la cuna del priismo y del territorio donde ese partido logró reconstruirse
después de su primera gran derrota en el 2000.
“El suelo más sólido que ha tenido el PRI es el Estado de
México, desde ahí se reconstruyó, y desde ahí podría nacer un proyecto de reconstrucción
nacional, pero ya no lo tiene, entonces la posibilidad de recomponerse es
prácticamente nula. Perderlo no sólo es un golpe electoral sino político”.
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