DOS AÑOS DE LUTO PERMANENTE EN
MÉXICO
*El año en que íbamos a alcanzar la paz, se convirtió en el
más violento
Héctor De Mauleón
Ciudad de México 1 de diciembre de 2020.Un mes después de su
toma de posesión, en los primeros días de enero de 2019, el presidente López
Obrador mostró una gráfica que mostraba que en solo unas cuantas semanas
de su gobierno los homicidios en México habían comenzado a mostrar
“una tendencia marginal a la baja”.
Sostuvo el presidente aquella mañana que había recibido el
país con un promedio de 80 asesinatos diarios, y que en 33 días había logrado
bajarlos a 73.
“Va a haber paz y tranquilidad en México”, prometió. Para
lograrlo, pidió un plazo de seis meses.
Antes de que terminara el mes se habían suscitado 30
masacres en el país. En un enfrentamiento ocurrido cinco días más tarde de la
presentación de la gráfica fueron hallados 25 cuerpos calcinados y con el
rostro mutilado por ráfagas de arma larga.
Era el inicio de un año de récords siniestros. Para
diciembre de 2019 se habían cometido más de 35 mil homicidios.
El año en que íbamos a alcanzar la paz y la tranquilidad se
convirtió en el año más violento del que se tenga registro. Fue un año de luto
permanente. Un año marcado por los muertos y por la saña de los asesinos.
Mientras el gobierno mexicano señalaba al pasado con índice
de fuego, estados enteros se quedaban solos, se iban hundiendo en las llamas.
Llegó 2020, el segundo año de gobierno, y la narrativa
oficial se empeñó en recalcar que al fin se estaba conteniendo la violencia. Sin
embargo, lo que el presidente decía en las “mañaneras” era desmentido más tarde
por las cifras presentadas por su propio gobierno: en 2020 hubo jornadas de más
de 100 muertos, como la ocurrida el domingo 7 de junio en que se reportaron 117
homicidios.
La organización Causa en común registró, entre enero y julio
de 2020, 429 masacres: dos por día. Registró también 16 actos de violencia
extrema cometidos diariamente.
Sus datos hasta septiembre hablaban de 764 hallazgos en
fosas clandestinas. De 607 muertes por tortura y 519 por descuartizamiento. 407
víctimas habían sido calcinadas.
Cinco meses figuraron como los más violentos. Marzo (2 mil
585 homicidios), agosto (2 mil 524), julio (2 mil 519), abril (2 mil 492),
octubre (2 mil 429).
Pido perdón por el exceso de cifras, pero nada más en esos
cinco meses mataron en México a 12,549 personas.
Ni siquiera el confinamiento provocado por la pandemia de
Covid-19 pudo frenar este brutal derramamiento de sangre. En los meses de encierro,
en siete estados las muertes se contabilizaron incluso por hora.
En marzo, abril y mayo de 2020 se cometieron 6,079
ejecuciones de acuerdo con un análisis presentado por Lantia Consultores. La
mitad de esas ejecuciones se dieron en Guanajuato, Baja California, Michoacán,
Chihuahua, Jalisco, Guerrero y el Estado de México. Esos siete estados están
llenos de muertos.
La guerra entre cárteles tiene encendidos focos de alarma en
Sonora, Colima, Zacatecas, Guerrero, Tamaulipas y San Luis Potosí. El Cártel
Jalisco Nueva Generación ha mostrado su músculo en más de 20 estados: incluso
se atrevió a atentar en la Ciudad de México en contra del secretario de
Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch.
En dos años, alrededor de 70 mil personas han sido asesinadas
en México. En resumen, dos años de luto permanente, aunque las encuestas nos
digan que la narrativa vence una y otra vez a la realidad.
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