LAS MENTIRAS DEL IMSS
Ciudad de
México 14 de abril de 2020. Primero fue Monclova, Coahuila, con el primer
hospital público- el General de Zona 7 del IMSS-que se volvió un “foco de
contagio masivo” con sus tres médicos muertos y más de 36 trabajadores de la
salud contagiados; luego vino el escándalo de Tlanepantla, donde el Hospital
General Regional 72 tuvo un brote de Covid con más de 20 medicos contagiados
que, según el director del Seguro Social, Zoé Robledo, se infectaron “fuera del
Hospital”; más tarde fueron Los Cabos y Cuernavaca, en el primer caso otro “contagio
masivo” con 42 empleados en el Hospital de Subzona 26 y en el segundo el
Hospital General Regional 1 de Morelos, con 4 contagiados entre l personal
médico.
Hoy, con las
denuncias de lo que está sucediendo en Tijuana, avaladas por el gobernador de
Baja California, Jaime Bonilla, que reconoce que la problemática denunciada en
videos de redes sociales, por la falta insumos de seguridad y capacitación para
el personal médico son reales, la crisis ya es inocultable en el Instituto
Mexicano del Seguro Social. Con la pandemia del Covid están saliendo a flote
todas las ineficiencias, desabasto y carencias en el Seguro Social que, si bien
en una parte fueron heredadas, también se agudizaron y se agravaron por la mal
aplicadas políticas de austeridad y la alteración de los sistemas de compras y adquisiciones
que en su momento provocaron la estridente renuncia de su exdirector, Germán Martínez
Cazares.
“Sabíamos
que nuestro principal talón de Aquiles (en la pandemia del coronavirus) iba a
ser el Seguro Social, por el desprendimiento y la falta de preocupación por los
temas… Puedes tapar el sol con un dedo por un ratito, el director general del
IMSS a nivel nacional (Zoé Robledo) debe admitir lo que está mal”, exigió ayer
el gobernador morenista de Baja California, luego de que la dirección del instituto
mandará a su representante en aquella entidad, Desiree Sagarnaga, a desmentir
las denuncias de carencias que personal médico de la clínica 20 de Tijuana
enviaran al comediante Eugenio Derbez a través de una carta.
Tal vez el
director del IMSS ahora sí tendrá que atender los fuertes comentarios de un
gobernador de Morena, como Bonilla, que además es cercano al presidente López Obrador,
luego de que las denuncias periodísticas por los casos de contagio masivo en
sus instalaciones hospitalarias le parecieran “irresponsables” y salieran a
descalificar, sin aceptar que las quejas y las denuncias vienen de los mismos trabajadores
del Seguro Social, que se siguen manifestando en las calles y en los hospitales
del país para exhibir la falta de controles de seguridad y abandono de su
personal, a los que no les están proporcionando los insumos y medidas necesarias
para proteger su salud en la atención a pacientes contagiados de Covid.
La institución
más grande y noble de la institución pública en México, no puede darse el lujo
de colapsar en una pandemia que representa el mayor reto de salud, y el mayor
riesgo de inestabilidad social y económica que hayan enfrentado los mexicanos en
su historia reciente. Si el IMSS y sus directivos no dejan a un lado la
soberbia, la indolencia y la desatención de lo que están gritando en las calles
sus médicos, enfermeras y trabajadores de los hospitales, y se ponen las pilas
para atender y equipar a cada clínica, hospital y centro médico del país,
garantizando la seguridad a la que sus trabajadores tienen derecho por ley,
estarán cometiendo una negligencia criminal muy costosa para el país.
Los médicos,
enfermeras y demás y demás personal hospitalario son los primeros en la línea de
defensa que tenemos los mexicanos para vencer al coronavirus y disminuir los
costos inevitables que tendremos en la salud y las vidas de los mexicanos. Sin
les damos a los trabajadores del IMSS los medios, equipos y medidas necesarias para
proteger su salud y su vida, tampoco podremos exigirles que protejan y salven
la salud y la vida de los enfermos de Covid.
Estaos ya
tarde y contra el tiempo para que el IMSS atienda los reclamos y evite
convertir a sus hospitales en focos de contagio masivo, antes de que comience
la fase más crítica de la pandemia. Si no lo hacen, en la República se repitierán
escenas tan tristes y duras como la de Italia y España, pero multiplicadas por
el tamaño de nuestra población; y el prestigio y la enorme contribución del
instituto de seguridad social por excelencia, que nació y existe para cuidar la
salud y la vida de los mexicanos, podría convertirse en un enorme riesgo para
la población y, como bien lo adviete el gobernador Jaime Bonilla, en el talón
de Aquiles que puede llevar al colapso del sistema de salud pública.
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