LA PISTA DE LA CASA GRIS VINO DE PALACIO
“La Casa Gris” arranca de manera espectacular, con el
presidente López Obrador dando puñetazos en una mesa y lanzando
insultos al aire, mientras interroga a dos de sus colaboradores más cercanos —Jesús
Ramírez Cuevas y Lázaro Cárdenas Batel— sobre el origen de la
filtración que había entregado a Latinus y a Mexicanos contra la Corrupción y
la Impunidad (MCCI), y la pista sobre la lujosa mansión que su hijo José Ramón
y su nuera Carolyn Adams habían habitado durante más de un año en
Houston.
— ¿Quién fue? —gritaba colérico el presidente.
La escena es absolutamente digna de crédito, porque según
revela el periodista Raúl Olmos, director de la unidad de periodismo de
MCCI en su libro sobre “el mayor escándalo obradorista”: “La Casa Gris”, recién
editado por Grijalbo, la información llegó en noviembre de 2020 precisamente
desde Palacio Nacional.
La pista se la habían dado a Olmos dos informantes del
Palacio, uno de ellos de la oficina del secretario particular del presidente, Alejandro
Esquer, quienes se hallaban hartos de los maltratos, los abusos, la corrupción y
el trato prepotente del poderoso supersecretario.
Relata Raúl Olmos que esa tarde de 2020 llegó a su correo un
mensaje enigmático:
“Investiguen a Esquer”.
Olmos sabía que el secretario de AMLO era quien había
resuelto la situación económica del hoy presidente durante los dos largos
sexenios en los que este no trabajó, a través de la administración de
“aportaciones” a la causa y mediante la realización de maniobras de
triangulación “que rayaron en la ilegalidad”.
De hecho, Olmos acababa de publicar en las páginas de EL
UNIVERSAL un reportaje sobre la manera en que Esquer había contratado proveedoras
fantasmas durante la campaña electoral de 2018.
—Se quedaron cortos —le escribió uno de los
informantes.
— ¿Qué más sabe? —replicó Olmos.
Entre las cosas que los informantes sabían era que la hija
del particular de AMLO, Carmelina Esquer Camacho, sin experiencia alguna
en el sector energético, había sido colocada, “por ser hija de quien es”, como
encargada principal de las compras de Pemex en el extranjero: era presidenta de
Pemex Procurement International y tenía a su cargo el manejo de contratos
millonarios con los gigantes multinacionales.
La información, relata Olmos, llegó acompañada de una frase
que desató todo lo que ocurrió después:
“Y no solo ella. José Ramón también se mudó a Houston, por
las mismas fechas”.
Así comenzó la investigación que culminó con la bomba
periodística que hizo estallar el discurso de austeridad y los llamados a la
vida humilde (“Si ya tenemos unos zapatos, ¿para qué más”) lanzados una y otra
vez por el presidente de la República. Una tormenta que llenó de titulares y
artículos editoriales los diarios más influyentes del mundo: Le Monde, The
Economist, The Financial Times, The Wall Street Journal…
El video sobre la Casa Gris, que se volvió viral, y provocó
que López Obrador injuriara durante meses al periodista Carlos Loret de
Mola, director de Latinus, y a Mexicanos Contra la Corrupción y la
Impunidad, así como a su directora: María Amparo Casar.
La catarata que cayó también sobre el propio Olmos, a través
de las redes manejadas desde Palacio y mediante las hordas de fanáticos que, al
no poder desmentir una sola línea del reportaje sobre la vida suntuosa que el
hijo del apóstol de la austeridad llevaba en Houston, reventaron las redes con
denuestos e insultos.
“Cuando López Obrador se descubrió desnudo, despojado por su
propio hijo del manto de austeridad que lo arropaba a él y a los suyos…
entonces perdió control de sí mismo”, escribe Olmos.
La pista dada por los informantes de Palacio fue solo el
punto de partida de una apasionante investigación que involucró viajes,
búsquedas y cotejos de cientos de documentos, mensajes encriptados entre los
periodistas involucrados en la pesquisa (Arelí Quintero y Mario Gutiérrez Vega,
entre ellos), así como el hallazgo de las líneas que conectaban la Casa Gris
—donde José Ramón y Carolyn Adams habitaban— con el dueño de esta:
Keith Schilling, un alto ejecutivo de Baker Hughes, empresa que había
recibido contratos multimillonarios de Pemex durante el gobierno de López
Obrador (85 millones de dólares solo el mes en que la pareja llegó a vivir a la
mansión).
El poder de “La Casa Gris”, el libro de Olmos, es que
refrenda de manera incontestable los alcances del reportaje original y revela
la otra cara de la 4T: una forma de operar y gobernar alejada por completo de
la que pregona, cada mañana, el discurso presidencial.
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