ANTONIO PAREDES EL SOÑADOR QUE CASI ENLOQUECE
Por: Rodolfo Rodríguez
Los Reyes La Paz Estado de México 7 de marzo de 2020. La
actitud de Antonio Paredes Juárez Presidente del comité municipal del PRI en la
localidad, ya se puede describir como la de un soñador embriagado en “las mareas
del poder”, debido a que en días pasados aseguró a reporteros de el semanario
Turbulencia Política, no cederá a los chantajes de Rolando Castellanos
Hernández quien trata a toda costa de imponer a su hijo Alan Castellanos como
candidato del partido tricolor a la alcaldía de La Paz en la próxima contienda
electoral de 2021.
Paredes Juárez, al referirse al priista y ex presidente
municipal Juan José Medina Cabrera, así como a la ex diputada federal Cristina González,
dijo, estar haciendo reuniones con todos
los priistas de la localidad con la finalidad de evitar que políticos
dinosaurios continúen controlando al PRI y sobre todo aseguro hará todo lo posible
para evitar que impongan a sus candidatos, en las elecciones municipal
intermedias que ya se avecinan.
En relación a Brenda del Castillo secretaria general del
comité municipal y esposa del desprestigiado político Bernardo Corona Corona, aseguro
que es una persona incapaz que cuenta con un rotundo desconocimiento en la
materia, por lo tanto dijo, de esa mujer no se espera nada y remato diciendo, más
ayuda el que no estorba.
En la conversación el líder priista recalcó, yo seré el
próximo presidente municipal emanado de las filas del PRI, puesto que hoy más
que nunca el tricolor cuenta con toda la oportunidad de regresar al Gobierno
Municipal, al tiempo que reitero, yo cuento con todo el apoyo del comité
ejecutivo estatal del tricolor, motivo por el que iniciare el camino que me
llevara a manejar los destinos del Ayuntamiento, con un ciclo de conferencias
de prensa en las que dará a conocer todos los desatinos cometidos por la
Alcaldesa de MORENA Feliciana Olga Medina Serrano a lo largo de su mandato.
El problema de Antonio Paredes Juárez no es que pretenda ser
presidente municipal, sino que ya se siente intocable montado en el templete
del ladrillo. El comportamiento del político es a todas luces “anormal” y como
tal debe de ser tratado por un psiquiatra que le pudiera nivelar un poco la
falta de sano juicio que ya se puede describir como el inicio de la locura.
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