TRANSPORTE PÚBLICO: ES UN VERDADERO CASTIGO PARA LOS QUE
MENOS TIENEN EN LA ENTIDAD MEXIQUENSE
*Daniel Andrés Sibaja González titular de Secretaría de
Movilidad, no es un técnico con visión política; es un político con cargo
técnico, que tiene el único mérito de ser amigo de secretario de Economía,
Marcelo Ebrard
Toluca, Edomex. 19 de junio de 2025.- La movilidad en la
entidad mexiquense nunca fue política pública: siempre ha sido un acuerdo entre
gobiernos corruptos y transportistas iguales a los políticos, todo para
conservar el caos como forma de control. No existen indicadores confiables, no existe
un sistema integral, no hay autoridad técnica real. El transporte público es,
para millones de personas, un castigo cotidiano: inseguro, lento, caro y
degradante. Y lo peor es que se ha normalizado como si fuera la única opción y
hacer creer a los usuarios que el precio es inevitable, dejando de lado el
progreso. Gobernar es planear la movilidad, no simularla, como lo hace el
actual titular del transporte público, Daniel Sibaja.
El problema radica en el modelo de concesiones: permisos
otorgados con criterios políticos, para que lideres del transporte y funcionarios
corruptos siempre salgan beneficiados, supervisiones simbólicas, flotas
envejecidas y tarifas desarticuladas. Las rutas no siguen lógica urbana, sino
acuerdos entre grupos de poder. Las empresas formales son las honrosas excepciones;
predominan los sindicatos-empresa que operan con impunidad. Sin embargo, cada
revisión tarifaria debería ser una auditoría completa del sistema, pero solo se
limita a negociar (dinero sucio) exactamente con los mismos que han destruido
el servicio.
Más del 60 % de quienes usan transporte
público en el Edomex pertenecen a sectores de ingreso más bajo. Pagan en
promedio más del 5.7 % de su gasto mensual solo para
ir y volver del trabajo o la escuela. No tienen alternativa. Viven lejos,
trabajan lejos, eso sí, votan cerca para tenerlos capturados, sobre todo en
estos tiempos que Morena se pretende adueñar de todo. Para ellos, los más
pobres, una mala política de movilidad no es una molestia: es una barrera
estructural que les impide alcanzar una vida digna. Si de verdad el gobierno
encabezado por la morenista Delfina Gómez Álvarez quiere gobernar para los más
vulnerables, debe empezar por donde caminan y por donde viajan.
Ejemplos sobran, el Mexibús, el Mexicable y el nuevo tren
elevado son prueba de que el gobierno del Estado de México puede diseñar
soluciones eficaces, sostenibles y modernas. Son proyectos que funcionan porque
fueron concebidos desde la técnica, no desde el clientelismo y los acuerdos
millonarios entre políticos rateros y “delincuentes” que se ostentan como
lideres del transporte público. La diferencia está en el quién y en el cómo. Las
rutas caóticas, unidades obsoletas, ausencia de datos, es la herencia maldita de
gobiernos que aceptaron la corrupción y que hoy sigue vigente con Morena, la
movilidad puede ser digna, si se desmonta el pacto criminal lleno de ineficiencia.
Daniel Andrés Sibaja González titular de Secretaría de
Movilidad, no es un técnico con visión política; es un político con cargo
técnico, que tiene el único mérito de ser amigo de secretario de Economía,
Marcelo Ebrard. Y ahí reside el problema. Al frente de la Secretaría de
Movilidad, ha reproducido inercias sin asumir el rediseño estructural que la
entidad exige.
No hay diagnóstico público, ni sistema de datos abiertos, ni
una hoja de ruta para modernizar el transporte concesionado. La revisión
tarifaria ocurre sin indicadores sociales, sin auditorías visibles, sin control
real. En lugar de romper con el viejo régimen, lo ha actualizado con lenguaje
progresista y formas institucionales vacías. Gobernar la movilidad exige
técnica, coraje y visión: lástima que hasta ahora, no hay señales de ninguna de
las tres.
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